Acabado de ver el último film de Dani de la Orden, director bastante prolífico que por ahora casi nunca me ha decepcionado (por ahí está el para mi el ligero exceso de broca gorda de Hasta que la boda nos separe) y que siempre consigue sacarme más de una sonrisa o dejarme melancólico. Vale que tal vez sus historias sean excesivamente idealistas, pero dependiendo del día me parecen opciones muy válidas y conseguidas.

Esta película no me parece la excepción, historia con premisa conseguida, que vale que no inventa nada en cuanto al género que presenta el film pero que tiene sus detalles novedosos. Como siempre, reparto perfecto: Álvaro Cervantes, que mezcla perfectamente su faceta más de galán con su lado más sentimental, una Susana Abaitua, que desde ya tengo que seguir (habrá que ver Patria), Luiz Zahera como siempre creando un personaje con tres detalles, Aixa Villagrán y Clara Segura, para mí descubiertas gracias a Leticia Dolera (Vida perfecta) y que aquí me vuelven a atrapar. Y, a la postre, como me pasó con Litus o sus dos películas sobre Barcelona, me quedo con un poso agridulce.

Saludos