Por la mañana he visto 'Lola, la película', que inauguraba el Festival de Cine Español. Sí, como suena. 'Lola, la pelicula'. Podía haber sido 'Lola' a secas, pero mira tú: no. Puede que por problemas de coincidencia con otro título, Antena 3 y el director Miguel Hermoso escogieran finalmente ese titulito. Si no es por eso, es para ponerles una denuncia. ¿A que sí?
De entre las numerosas opciones de criterio para contar la vida y milagros de La Faraona, Hermoso, que no es pariente mío que yo sepa, y el guionista Antonio Onetti se decantaron por la sentimental/sexual. Usease, que los fans-fans de Lola no rascarán mucha bola, porque cantar, canta poco, y bailr, baila poco. Lo que si hace el Imperio de Jerez es montarse, de la manita de Onetti/Hermoso/Antena 3 en un carrusel de camas, achuchones, tortas, cuernos, abortos clandestinos y lios salvajes típicos del papel couché, bueno, del tomate y la salsa rosa.
Dice Miguel Hermoso que es la lucha de una mujer por ser libre y respetada en una época (años 40 y 50 en España) poco dada a esas cositas. Bueno, vale. Pero también es el relato picantón y un poco demasiado facilón de cómo un mito popular se ventila invariablemente, al parecer, a toreros, guitarristas, cantaores, futbolistas y anticuarios como quien se ventila una bolsa de pipas a cada rato.
Una opción muy 'comercial', esta de 'Lola, la película', según lo veo yo. Una ocasión perdida? Puede. Y así de contentas se pusieron Lolita y Rosario (aunque tampoco parece que haga falta mucho pica-pica para cabrear a estas chicas). Ambas rechazaron colaborar con el proyecto y se dieron el piro de la proyección que el director y los productores les preparararon en exclusiva.
Y el caso es que hay momentos potentes en la película. Y el caso es que Gala Évora, 23 añitos y el grupo Papá Levante como principal bagaje artístico, está que se sale: casta, jaleo, turbador gesto, mirada, furia, sensualidad. Y un parecido físico con la Lola tan impresionante por momentos que aturde. Le doy desde ya muy mucha 'chance' para el Goya 2008. Ya: parezco Rappel. Sólo que yo soy normal.
'Lola, la película' nace con vocación de hacer hablar mucho. No sé si de cine, pero vocación provocadora y de 'gossip', tiene, vaya que sí. Me ha divertido por momentos sueltos, a ratos: sobre todo, los fogonazos de Gala Évora. Los seguidores del mítico Manolo Caracol saldrán escaldados: aparece retratado como un gilipollas y casi como un agresor de mujeres. Igual lo era y yo sin coscarme.