Esta mañana, al pasar por Carrefour, he visto que Lone Star estaba a 5,95 €. Y me ha dado alegría y pena.
Alegría al ver que los DVDs han llegado a un punto en el que cualquiera se puede llevar a casa una joya del cine por menos de 1000 pts. Tristeza por comprobar que aún quedaban copias en el estante.
Lone Star es una película del director John Sayles que trata, dentro de un embrollo romántico, el racismo latente en la frontera entre EEUU y México. Para ello cuenta con dos factores importantes: el primero, su propio director y guionista; el segundo, y sin que sirva de precedente, un reparto de actores y no estrellas.
Niño prodigio, Sayles ya demostró con Matewan, City of Hope y Passion Fish que nos encontrábamos ante alguien ajeno al juego mercantilista de Hollywood, interesado mucho más en el fondo que en la forma, decidido a enfrentarse a temas minoritarios pero importantes. Su cine ha ido progresando, lenta pero inexorablemente, hasta convertirle en un director de directores, más respetado en la propia industria que entre el público. Con Lone Star alcanza su mejor obra, llena de matices sobre un tema complicado, una película que lo tiene todo. Un guión perfecto, una dirección reposada pero impecable, un director de fotografía de la calidad de Stuart Dryburgh (El piano), y un reparto selecto.
Este punto es importante. En vez de ceñirse al esquema de estrella + secundarios todoterreno, Sayles configura la historia alrededor de auténticos profesionales que añaden otra dimensión al conjunto. Chris Cooper, Elizabeth Peña, Kris Kristofferson, Matthew McConaughey y el resto del reparto consiguen que olvides los nombres y te centres en la historia a los pocos segundos. Y la pareja Cooper/Peña hace que el adjetivo sensual vuelva a tener más prestigio que sexual.
No quiero olvidarme de mencionar la banda sonora, formada por canciones tex-mex de ambos lados de la frontera, que nos recuerda cuanto de español permanece hoy todavía en aquellas tierras.
Lone Star no es una de las mejores películas de los noventa. Es una de las mejores películas de la historia del cine. Y por ese precio, un auténtico robo.