En los últimos años están que no paran. Japoneses y coreanos, esencialmente, no hacen más que producir terrores apoyados en fantasmagorías. Para muchos todo comenzó con The Ring, de Nakata. Desde ahí, ha venido hasta nuestras pantallas una riada de películas más o menos exitosas, como Dark Water, The Eye, Ju-On, etc. Para otros más implicados en esto, la cosa viene de más lejos. Habría que retroceder a los cincuenta para encontrar una pieza maestra titulada Cuentos de la luna pálida (1953), de Kenji Mizoguchi, y sobre todo Kaidan (1964), de Masaki Kobayashi, todo un referente magistral del terror que puede venir de tan lejanas latitudes. Sin olvidar Kuroneko (1968), de Kaneto Shindo. Sí, de esa época viene también esa figura espectral de la mujer pálida y su negra y larga cabellera que cobra vida propia.
Hay mucho, como en botica, incluso una trilogía muy curiosa de vampirismo clásico, pero me gustaría saber qué pensáis de la nueva ola oriental, de los orígenes, de los mitos que tocan, de porqué el agua es vehículo de males, y toda la parafernalia abstracta y ambigua que envuelve tales sentimientos artísticos.
Venga, que tengo ganas de aprender cosas nuevas. ;)