Tampoco la consideraría mala con la morralla que se estrena cada semana. Es decir, no es que se atreva a innovar pero el ejercicio de estilo es muy reseñable (todo muy Carpenter, incluso en el aprovechamiento del formato panorámico de aspecto 2.35:1) y se aleja del ambiente claustrofóbico del original. Como dije, la escena de la piscina me parece la prueba de que este director es capaz de mucho más con un guión mejor madurado. Eso sí, la escena final es puro relleno.