Yo debo ser muy tonto o muy ingenuo; cuando hablo o escribo raras veces tengo una segunda intención y si la tengo la suelo hacer evidente, bien por estar de cachondeo o por emplear la ironía.
Sin embargo hay quienes hacen de las segundas intenciones su forma de expresarse; como soy tan tonto, empiezo a darme cuenta de ello cuando es demasiado tarde y me he metido en un berenjenal de malentendidos, porque claro, el que emplea este lenguaje piensa que todos a su alrededor también lo hacen y sacan conclusiones de cosas que no has dicho pero que ellos han entendido como tus segundas intenciones...
Entonces me entra la paranoia, porque yo no se que ha entendido esa persona que yo he querido decir, y si hago ver que yo no tengo las intenciones que él ha creido ver, entonces puede pensar que las tengo y por eso digo que no las tengo...
... y si le preguntas claramente a este tipo de personas porqué hacen esto, te dirán que ellos no hacen nada, que a que te refieres, que que quieres decir, dejándote con la duda de si el que va viendo segundas intenciones por todas partes no serás tú...
Ahora voy al tema específico:
El caso es que tengo un vecino que, desde que le conozco, siempre ha tenido un comportamiento muy rarito conmigo. Al principio solo coincidía con mi novia y empezó a coincidir mucho, "demasiado" con ella: en el portal, en el ascensor, en el bar... se lo encontraba a diario entre cinco y diez veces.
Cuando me vio aparecer por primera vez en el bar se le torció el gesto de mala manera; esa misma semana mi novia dejó de encontrárselo y empecé a encontrármelo yo: en el bar, en la escalera, en el ascensor... Un par de noches que volvía a las tantas de fiesta también me lo encontré en la escalera, fumando, y respondiendo de forma parca y molesta a mis "buenas noches."
Durante ese tiempo, hubo varias veces misteriosas llamadas a la puerta, e incluso mi novia recibió un anónimo de voz por teléfono con bastantes guarradas; no se si soy muy calenturiento al rumiar que todos estos sucesos tienen algo que ver entre si.
Después el vecino desapareció por completo durante tres o cuatro semanas y volvió a aparecer otra vez en el bar, a la hora del desayuno, con su habitual forma de imponer la mesa en la que me tengo que sentar sin decirlo, simplemente con hacer notar "eh, que estoy aquí". En ocasiones hemos entrado con otras personas y se ha acercado este tipo a decirnos, con una sonrisa de oreja a oreja "estoy ahí al fondo"... condicionando de primeras que, por cojones, si está él en el bar tengamos que sentarnos con él.
Últimamente en las conversaciones del bar siempre anda metiéndome puyas graciosas de esas que te ries con los colegas pero que no sabes a que vienen en un extraño: si hablamos de la lavadora, es "¿porqué no te subes tú a ponerla?", si hablamos de ir a la compra, es "¿porqué no coges el cohe tú solo y te vas a por ella?", si hablamos de instalaciones eléctricas, es "mira que obligar a tu novia a poner eso en casa", etc, etc, etc... En otras ocasiones, cuando empiezo a hablar se levanta de la mesa y sale escopetado a hacer cualquier cosa, y luego vuelve con alguna excusa en la boca; en otras, murmura cosas en voz baja.
Y encima, vayas a la hora que vayas y el día que sea, te lo encuentras siempre en ese puñetero bar, a veces haciendo las cosas más absurdas para pasar el rato como llevarse un montón de revistas de hace dos años y recortar las páginas que no le gustan para tirarlas y quedarse con el resto... ¿?¿?¿?
En varias ocasiones ha subido conmigo hasta mi piso (uno por debajo de él) en plan "me he despistado" y ha hecho ver que quería entrar en casa, pero de esa típica forma que, si le dices que no, te mira como si fueras un malvado despreciable: "pues si vas a ver una película, a mi también me gustaría..." "si estás solo, yo me subo unas cervezas y comemos juntos..." "a ver como te ha quedado el mueble ese que comentábais..." Yo personalmente no entro a casa de nadie si no me invitan, y me molesta sobremanera que alguien intente invadir mi intimidad de esta forma; en todas las ocasiones le mando a paseo educadamente: "voy a echarme una siesta", "tengo la casa hecha un cristo", etc...
Realmente creo que tengo razones para desconfiar de este tipo, pero no se hasta que punto estoy sacando de quicio lo que simplemente es cotilleo y/o cierta excentricidad por su parte. Yo veo unos comportamientos que no soy capaz de comprender, una animadversión hacia mi y un interés hacia mi novia mostrados de forma subrepticial y nunca directa... sinceramente creo que está mal de la cabeza, aunque quizá sea el hecho de ser este el tercer caso que me encuentro de este tipo (los otros dos anteriores, confirmados finalmente, estaban mal de la cabeza) lo que me hace sospechar tanto...
...¿Qué os parece a vosotros?
:ipon