Tema: Me siento viejo cuando...

...dicen que una peli de los 90 es un clásico.

Iniciado por romita2

...dicen que una peli de los 90 es un clásico.

Bueno, a mí han llegado a decirme que una película del 2005 es "más vieja que el cagar", así que no lo tengas en cuenta, que siempre habrá gente con ganas de decir tonterías.

Yo me siento viejo (pero también afortunado ) cuando algunos de mis amigos y conocidos empiezan a casarse y a tener hijos, y a mí que ni se me pasa por la cabeza hacer semejante cosa, oiga.

JA, respuesta adecuada, yo al menos ya llegué, y tú al paso que vas, los Reyes se te llevarán para dar de comer a los camellos

Imagínate que deben decir de las pelis B&W y si además están subtituladas.

Para empezar su educación en el B&W sin dolor y con risas, ver pelis de Harold Lloyd y del Gordo y el Flaco y oir que el flaco le dice al gordo después de haber atravesado el tabique con un clavo: oye Oli este clavo está al revés.

Seremos viejos cuando pertenezcamos al CLUB SINOFUESE:

Si no fuese por el dolor de rodillas, me ando todo el paseo marítimo en 1,5 horas.
Si no fuese porque me da tos, me fumaría un toscano italiano.

...veo que mi avatar es de 2006 o el de romita de 2005 y hay gente, mucha últimamente, con avatares y firmas del 2012 actual. Parece que fue ayer cuando me estrené con la noticia de la edición de Los mejores años de nuestra(s) vida(s), que así aparecía en la carátula de la MGM, y sin subtítulos en español, además.

Cuando me llaman "señor" los niños y adolescentes más educados .

Bueno Pegaso, en tu localidad es normal que a cualquiera le llamen de usted. ¿No?

Sí, pero yo me refiero a la gente menor de 18 años, que te ven como viejo (pues tienes más de 25 años).

Como ya es habitual cada vez que piso un cine (una vez cada tres o cuatro meses, como mucho), me toca afearle la conducta a algún impresentable. Si en su día fue a una señora que estaba hablando por teléfono en medio de la película, en la última cita fue a un grupo de simpáticos adolescentes que movían los pies sobre mi asiento al compás que se metían mano, este domingo ha sido a una familia con todos sus sebosos miembros (padre, madre y sendos hijos) al completo que tuvieron la fenomenal ocurrencia de ver la última de Bourne cada uno con su gigantesco paquete de pipas, y demás guarrerías varias depositadas en ruidosas bolsas. En un acto de abuso de confianza sin límites, en plena película, el niño gordo me solicitó (estábmaos brazo con brazo) que le sujetase su cancerígena bolsa de bollería industrial mientras se quitaba el jersey, y abría su tremendunda bolsa de pipas. Claro, ahí ya estalló el Obús. La familia mantecosa acabo haciendo su comparsa de pipas en la parte de arriba del cine, lo más lejos posible de mis oídos.

¿Es grave doctor? ¿Estaré convirtiéndome en un absoluto vinagretas? ¿Es sólo cosa mía? ¿Soy yo, o desde que desparecieron los acomodadores las salas de cine se han convertido en una jungla ingobernable? ¿No hay una correlación directa entre el volumen brutal de las salas y el cada vez mayor ruido y vociferio de sus impresentables espectadores?

Son todo dudas que corroen mi interior. En casa ya tengo un ultimátum: otro numerito y tendré que volver a ir a las salas de cine solo. Cual anciano apestado por su familia.

Triste pero cierto, señores.

neken, no son imaginaciones tuyas, tranquilo. A mí me han pasado cosas así, especialmente con los putos canis que van al cine (no sé para qué. Esta gentuza sólo sirve para molestar, dar motazos por la calle y fumar porros), que se pasan la película haciendo comentarios y creyéndose muy graciosos.

Y cuando no son los canis, son los enganchados al móvil, que se pasan toda la película toqueteando el trasto infernal ese. Ya sé que a primera vista no parece un incordio, pero cuando el tipejo está más o menos cerca, al encender la dichosa pantallita estando a oscuras, molesta mucho. Y aunque no moleste ¿¿para qué puñetas vas al cine si vas a estar pendiente del telefonito?? Para eso quédate en tu casa, pedazo de cateto.

El problema es que, paradójicamente, al cine va mucha gente a la que no le gusta el cine, y lo mismo les da estar en una sala que en un parque haciendo botellón, por eso son incapaces de estarse quietos y no incordiar a los que sí nos interesa la película.

En resumen; cámara de gas para todos.