Estoy confeccionando un poster para ponermelo en la taquilla del trabajo con sentencias espirituales y provervios. Ya tengo seleccionadas unas cuantas, pero necesito mas. A ver si me ayudais un poco. (No me valen frases de guasa, que la cosa es seria.)
De momento tengo estas:
Una conducta imperturbable depende de una paciencia perfecta. Los espíritus tranquilos no pueden ser confundidos ni asustados, sino que conservan en los momentos felices, como en la desgracia, su secreta paz, que es semejante a una campana durante la tempestad. (R. L. Estevenson)
Los momentos mas duros de nuestras vidas no deben ser enterrados ni olvidados: Mas bien son un recuerdo que debe permanecer para servirnos de inspiración y recordarnos la fortaleza del espíritu humano y nuestra capacidad para soportar lo intolerable. (Vincent Lombardi)
Nada tenemos en propiedad sino a nosotros mismos: lo único que nos es permitido entregar es el don de nuestro trabajo, nuestro espíritu y nuestro ingenio. Y esta ofrenda magnífica de nosotros a todos los hombres enriquece tanto al donador como a la comunidad. (A.France)
El que se apoya en los demás, ve como vacila el mundo; el que se apoya en sí mismo se mantiene seguro. (Paul Heyse)
Fingid que ignoráis la existencia de vuestros enemigos, no incurráis en la vulgaridad de defenderos de ellos. (Isben)
Aspira a ser lo que no fuiste hasta ahora; manténte siendo lo que ya eres; en este mantenerse y en ese llegar a ser se encierra todo lo bello que en el mundo existe. (Grillparzer)
El que vence a la ira vence al mayor de sus enemigos. (Publio Siro)
Si uno piensa que debe aprender todavía, aumenta su gracia; si piensa que es un sabio, se convierte en un necio. (Logau)
Nadie sabe tantas cosas malas sobre nosotros como cuanto sabemos nosotros mismos; y, a pesar de ello, nadie piensa tan bien de nosotros como nosotros mismos. (Franz V. Schönthan)
La venganza es una herencia de las almas débiles; nunca se cobija en los corazones fuertes. (Th. Körner)
No hay nada tan estúpido como vencer; la verdadera gloria estriba en convencer. (V. Hugo)