Remontémonos una década en el tiempo. Corrían los años 2002-2003 cuando Hollywood vivía una fiebre dorada propiciada por el éxito de El señor de los anillos y Harry Potter. Hoy tenemos vampiros, superhéroes, zombis, aliens, robots, historias de la Biblia… pero a principios del milenio todos los estudios querían tener su propia saga literaria de fantasía que lo petase, y de ahí nacieron en los años siguientes cosas como la medianamente exitosa Las crónicas de Narnia y abortos como La brújula dorada, Los seis signos de la luz, Las crónicas de Spiderwick o Corazón de tinta. Ninguna funcionó a los niveles de la saga del joven mago y el género ha ido languideciendo, sustituido ahora por las novelas juveniles como Los juegos del hambre o El corredor del laberinto.
Pero de entre todas esas adaptaciones siempre hubo una que me llamó la atención; una película peculiar con un humor extraño, casi propio de un joven Tim Burton, que no parecía encajar en el molde del resto y que corrió igual suerte que las sagas que nunca llegaron a ver una secuela cinematográfica: Una serie de catastróficas desdichas de Lemony Snicket, una película con un título kilométrico y con un Jim Carrey en estado de gracia que prometía ser la primera de una gran adaptación de toda la serie de novelas de su autor, Daniel Handler. En taquilla no le fue muy bien, pero tiene una gran base fan entre los lectores de los libros y es por eso que la plataforma Netflix la ha seleccionado para ser otra de sus producciones estrella, dándole la segunda oportunidad que no tuvo en su paso cinematográfico y contentando el sueño de millones de fans.
La película seguía la historia de Sunny, Klaus y Violet (una jovencísima Emily Browning), tres huérfanos herederos de una gran fortuna que debían hacer frente a los maquiavélicos planes de su tío, el conde Olaf (Jim Carrey), para engañarles y hacerse con su legítimo dinero.
Netflix producirá esta nueva serie junto a Paramount, responsable de la película original, y con el autor de los libros figurando como productor ejecutivo. Tienen 13 libros, así que es material de sobra para tener entre manos un nuevo fenómeno si consiguen conectar esta vez con el gran público.
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