Retomando hilos sueltos…
… y aprovechando que este es mi comentario n.º 6.666 (y yo nací en 1966) qué mejor que hablar de una película que, sin lugar a dudas, se ha convertido en todo un clásico del Séptimo Arte…
LOS APÓCRIFOS DE NICHOLAS RAY / PARTE IV (DE IV):
JET PILOT (1957, AMOR A REACCIÓN) de Josef von Sternberg (y Nicholas Ray)
Estudio: RKO Teleradio Pictures, Inc. / Universal Pictures Co., Inc.
Productor: Jules Furthman.
Guión: Jules Furthman.
Diseño de producción: Albert S. D’Agostino y Feild Gray.
Fotografía: Winton C. Hoch (en 1.37:1 y
Technicolor) [Estrenada en
RKO-Scope].
Asesor de color: Francis Cugat.
Música: Bronislau Kaper.
Reparto: John Wayne (Coronel Jim Shannon), Janet Leigh (Teniente Anna Marladovna/Olga Orliev).
Duración: 113 minutos.
Rodaje: 8 de diciembre de 1949 / 8 de febrero de 1950.
Estreno: 25 de septiembre de 1957.
Para acabar con el cuarteto de películas en las que el nunca suficientemente ponderado
Nicholas Ray (1911-1979) intervino ya sea rodando nuevas escenas o en la sala de montaje (y que además me sirve para hablar de películas a las que de otra forma uno no tendría ocasión de acercarse) qué mejor que esta “mítica” película del orate Howard Hughes quien durante el período en que gobernó con mano de hierro la mítica RKO (de 1948 a 1955) no sólo desmanteló el estudio que viera nacer CIUDADANO KANE sino que se enfrascó en eternos rodajes donde dio rienda suelta a sus enfermizas obsesiones y a su megalomanía.
AMOR A REACCIÓN aparece listada siempre como la obra postrera del gran director austríaco
Josef von Sternberg (1894-1969) y si bien tal cosa es cierta desde el punto de vista de su fecha de estreno no lo es si nos fijamos en las fechas de rodaje de la misma (1949/1950). En realidad tal privilegio le corresponde a ANATAHAN (1953) [de la que disponemos de una espléndida edición de la británica Eureka! (The Masters of Cinema n.º 168, 2017) y que el propio director consideraba su mejor película…
https://eurekavideo.co.uk/movie/the-saga-of-anatahan/
… aunque uno no puede sino discrepar teniendo en cuenta el regalo que otra editora británica nos tiene preparado para el mes que viene (y que ya tengo reservado)...
https://www.powerhousefilms.co.uk/co...t-1930-1935-le
].
Fueron todo un vía crucis los últimos años de la carrera de Sternberg teniendo que bregar con un energúmeno como Hughes (con el que ya había trabajado en UNA AVENTURERA EN MACAO (segunda entrega de este coleccionable… )) y ya lejanos sus trabajos con Marlene Dietrich que le encumbraron como uno de los más grandes (y barrocos) directores del Hollywood clásico.
- Marruecos (1930) -
Como decía AMOR A REACCIÓN dilató extraordinariamente su estreno por la obsesión de Hughes de conseguir el plano perfecto para la que el consideraba su magnum opus. Y dado que el dinero no era un problema para él se tiró meses y meses (o más bien años, dado que aunque el rodaje oficial se dio por terminado en 1950 se siguieron filmando numerosas escenas aéreas – la aviación era la gran afición del magnate (aparte de las mujeres, como veremos a continuación) - buscando las formaciones de nubes perfectas que necesitaba (según él) y que le servían (según él) como metáfora o símil (no sé por cuál de ellas decantarme) de la tumultuosa relación (sexual) entre los protagonistas.
Porque como decía si a Hughes le apasionaban los aviones también es cierto que su afición por las mujeres (hermosas) era igualmente legendaria.
Y lo cierto que esta historia, por otra parte bastante entretenida e incluso a veces notablemente simpática pese a su notable carga anticomunista y que viene a ser una versión moderna de la NINOTCHKA (1939) del maestro Lubitsch, es toda una loa a los caracteres sexuales secundarios femeninos (cómo se nota mi formación de biólogo…
) o sea a los encantos naturales de la bellísima (y jovencísima)
Janet Leigh (1927-2004) [ya lo siento, amigo mizoguchi...
] a la que podemos admirar en toda su espléndida hermosura y además en rutilante
Technicolor (aunque ya habíamos tenido oportunidad de hacerlo previamente en la deliciosa MUJERCITAS (1949) de Mervyn LeRoy, para el que esto firma, la mejor de las versiones de la novela de Louisa May Alcott).
Y pese a que Sternberg contara en el libreto (y en la producción) con un guionista del talento de
Jules Furthman (1888-1966) [si ya decía yo que el 66 tiene algo mágico...] (que había trabajado con él desde los tiempos de MARRUECOS (1930) y que igualmente sería uno de los favoritos de Howard Hawks (no Hughes
)) que se volcó a la hora de elaborar unos diálogos subidos de tono y con un marcado doble sentido (a veces más sutil, a veces menos) el director se centró especialmente en la puesta en escena, especialmente en el aspecto cromático de la misma (y para lo que contó con la ayuda de uno de los mejores directores de fotografía de la época, el gran Winton C. Hoch) de forma que ambos intérpretes (y protagonistas cuasi absolutos de la cinta) luzcan siempre impecables y, especialmente, Janet Leigh tan bella como un sueño.
Por tanto, desde el punto de vista estético (olvidémonos del argumento, aunque luego lo comentaré brevemente) AMOR A REACCIÓN es una bella película, donde se funden con armonía las (numerosas) escenas de los aviones a reacción (filmadas por las numerosas segundas (y terceras y hasta cuartas unidades)) que le sirven al productor (que no al director) para reflejar esa atracción que sienten los protagonistas cuyos vuelos parecen más bien pasos de baile (u otra cosa algo más oscura que estaba en la mente del magnate
) con la extravagante relación de amor/odio entre un americano y una soviética en plena Guerra Fría.
[El único pero que podemos poner a la imagen es que aunque se rodó en 1.37:1 (el Scope no llegó hasta 1953) la película se estrenaría en
RKO-Scope, un proceso que permitía rodar con lentes esféricas (no anamórficas) pero que luego podría anamorfizarse (¿tal palabro existe?
) durante la proyección. Pese a ello el efecto en la gran pantalla es apenas perceptible, lo cual es de agradecer].
Porque la película no es más que una comedia romántica, como decía con una notable carga antisoviética (Hughes y Wayne, aparte de ser buenos amigos, eran dos furibundos anticomunistas), donde asistimos a la historia de amor entre el coronel Jim Shannon (encarnado con convicción por un
John Wayne (1907-1979) que estaba en su mejor momento – entre LA LEGIÓN INVENCIBLE (1949) y RÍO GRANDE (1950), ambas del maestro John Ford -) y la teniente Anna Marladovna, ambos pilotos de caza.
La llegada del avión pilotado por la teniente a la base de Alaska donde se encuentra Jim en un aparente intento de huir del Telón de Acero se convertirá en realidad en un plan del gobierno soviético por descubrir el secreto de los aviones norteamericanos, más avanzados que los suyos. Y qué mejor que enviar a la bellísima Anna (me reitero, una absolutamente deslumbrante Janet Leigh
), en realidad una espía cuyo nombre real es Olga Orliev para camelarse a un oficial norteamericano (en este caso, un igualmente apuesto John Wayne) y así conseguir sonsacarle sus secretos.
Como decía una trama absolutamente delirante y con momentos tan épicos como la llegada de Anna a la base norteamericana que deja patidifusos a los militares que salen a recibirla.
Y lo cierto es que pese a mis iniciales recelos (además de que el metraje de 113 minutos se antoja harto excesivo) la película es muy entretenida y además se nota que tanto Wayne como Leigh se lo pasaron muy bien y además hay una excelente química entre ellos.
Seguro que más de uno se estará pensando qué demonios pinta Nicholas Ray en todo esto. La respuesta es sencilla…
… no tengo ni idea.
Lo cierto es que al igual que en UNA AVENTURERA EN MACAO la labor de Ray es imposible de destacar y yo me inclinaría más por alguna escena de amor entre los protagonistas (no olvidemos que Ray era uno de los últimos románticos del cine clásico norteamericano…
) o tal vez en post-producción en la sala de montaje.
De cualquier forma aquí acaba este poker de títulos, unos mejores, otros peores, pero que se ven con notable facilidad y además no insultan la inteligencia del aficionado (bueno, tal vez en este caso, habría cierta discrepancia…
) y que resultan un entretenimiento de lo más agradable.
Quién pudiera pedir más.
P. D. Y esta noche prometo, amigo
mad dog earle, ver GALLIPOLI y espero comentarla el jueves. Y, por supuesto, y dado que me voy (de nuevo) de vacaciones unos días dejar lista la entrega n.º 12 de Don Alfredo. Si no sabéis de qué hablo, ya os vale.
Feliz tarde/noche.