A mí me parece surrealista el hecho de que alguien sugiera que molaría jugar con Zelda y que salga gente de turno a decirte que el hecho de querer eso es por alguna opinión politica o progresiva o yo qué sé. No, hombre. Tan simple como que la idea mola y punto. Y si no te gusta, pos vale, no pasa nada, aunque algunos hacéis unos juegos mentales incréibles para justificaros por qué no molaría, y la verdad, es preocupante.