Esta es otra de esas películas con las, mientras las veo, forcejeo para hallarle un sentido por absurdo que sea. Lo que ocurre es que, por mala que sea, que lo es, no es de las que quito a los 5 o 20 minutos... la he aguantado hasta el final, entretenido por la hilaridad de las situaciones.

Un detalle curioso es la sensación inmediata de déjà vu... concretamente con Inferno (1999) de Jean-Claude Van Damme, y claro, al comprobar dónde se rodaron, he visto ambas lo fueron en Lancaster, California.

En estos subproductos hay algo que me cuesta describir pero que aprecio, que hallo digno de estudio...