Bueno Kores, también aclaro que mi concepción de arte no implica valor alguno. Puede ser una maravilla, o puede ser una basura; no dejaría de ser arte.
No a todo el mundo le gusta Bergman; al contrario, siempre se le ha considerado un director elitista y difícil, y él no ha hecho nada por cambiar esa imagen. Lo que sí está claro es que pretende salirse del cine de sota, caballo y rey, y buscar los límites del medio.
Por eso hay que estar advertido cuando se ve, por ejemplo, Persona; a la mayoría del público le resultará difícil de comprender, y como consecuencia de ello, no le gustará. A otros, sin embargo, les parecerá una experiencia única, que no van a tener con superproducciones al estilo Titanic o El señor de los anillos.
Interiores es el homenaje que Woody Allen hizo a Ingmar Bergman, que para él es el mejor director de la historia del cine. Y, sin ser una obra maestra, que no lo es, sí está muy conseguida. Una vez más: a mucha gente le parece un tostón, y a otros les encantará. Cuestión de sensibilidades, que dirían los cursis de ahora.
En cualquier caso, con lo que Interiores, Persona, el cine de Bergman y el de Allen no tienen nada que ver es con el cine casposo y escatológico que, con tanta frecuencia, nos regala la industria patria.