Uno de los directores más interesantes y arriesgados del cine francés (y bastante más acertado que otros con mejor fama, léase Ozon), se merece unos comentarios.
Para empezar, diré que ante todo, Patrice es un formalista, todo su cine está planteado desde la visión en base al cuerpo humano y su interacción con el medio. De ahí deriva precisamente , la pesencia constante del sexo en su cine, un sexo sincero y desgarrado.
En Intimidad y Su hermano es donde más claramente se puede ver esto, ya que el cuerpo físico ocupa y determina la planificación y puesta en escena.
Pero también en La reina Margot o Los que me quieren cogerán el tren, donde las relaciones de un grupo de personas en torno a una muerta, forman el ritmo y la dinámica de la cinta, espléndida radiografía del caos de las relaciones humanas modernas.
La reina Margot es un film arriesgado y algo irregular, sobre todo en su narrativa y evolución, pero es valiente y cuenta con una Adjani y un Auteuil espléndidos. La muerte y la violencia son el tema sobre el que gravita la trama, pero al final, la traición se revela como la gran obsesión de su director, como demuestra también Intimidad donde la moral social se impone a las pulsiones individuales de los protagonistas, que terminan por aceptar su fatalidad y conformarse con sus consuelos.
No he podido ver ni El hombre desnudo ni Gabrielle pero esta útlima solo por Isabelle Huppert merecerá la pena.