Tema: Paul Verhoeven. Opiniones.

Iniciado por Alex Fletcher

Hay una felación explícita??? donde? La acabo de ver, hay bastante sexo, titolas erectas y todo eso, recuerdo una menaita bastante explícita porque a Eef no se le levantaba, cuando ambas parejas fingen tener sexo. Y también tocamientos explícitos con Fentje amasando el miembro preparado de Rien......Quizás tuve un desliz y cerré los ojos en algún momento del visionado.

¡Esa atención, Alex, no quiero ni imaginar lo que estarías haciendo!, porque sí, hay una felación explícita, sin trampa ni cartón, cuando Eef sigue una pareja de homosexuales (aparentemente profesional y cliente) hasta el interior de las obras donde más tarde será violado.

Iniciado por Alex Fletcher

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En resumen, se trata de un film fascinante, con un contenido que daría para hablar mucho más, muchas escenas destacables, unas interpretaciones creíbles, con más profundidad de lo esperado en ellas, con la pega del transfondo deportivo, que tiene un efecto anticlimax, por lo menos en mi, quizás sería la obra de Verhoeven más completa hasta ahora, parece un chiste, que la historia de 3 losers con un falso espiritu teen USA, sea el trabajo mas maduro (o completo) del director.....hasta ahora, porque la siguiente que viene es "el cuarto hombre", que tiene una pintaza a priori tremenda, espero no haberme hecho muchas espectativas.

Para mí es su mejor film holandés, como mínimo de esta primera época. Si puedo, mañana la comento. Y repite Renée Soutendijk... pero diez veces más sexy. Un pequeño anticipo:

El cuarto hombre, mi favorita de Verhoeven (sí tuviera que elegir sólo una)

A ver si la revisiono, al igual que Vivir a tope.

Saludos

Iniciado por mad dog earle

¡Esa atención, Alex, no quiero ni imaginar lo que estarías haciendo!, porque sí, hay una felación explícita, sin trampa ni cartón, cuando Eef sigue una pareja de homosexuales (aparentemente profesional y cliente) hasta el interior de las obras donde más tarde será violado.

Confirmo que me he dormido un minuto, mi subconsciente es homófobo!!! madre mía!!! Verhoeven desatado!!!!

Tengo otro dilema con el 4º hombre, en principio la iba a ver en VHS, ya que en mi última visita al pais fue imposible encontrarla, pero que cosas, éste fin de semana en "mi mercado", encuentro el pack de Verhoeven (creo que el mismo de mangafilms descatalogado) editado por eurovideo:



El problema es que sólo es VO con subtitulos en aleman, es mas una inversión de futuro, no creo que tenga nivel para seguir el hilo del film, sospecho que los diálogos seran importantes para seguir el film, puedo entender un 30% aleman hablado y un 50% aleman escrito......por cierto el pack por 1€

Iniciado por mad dog earle

Para mí es su mejor film holandés, como mínimo de esta primera época. Si puedo, mañana la comento. Y repite Renée Soutendijk... pero diez veces más sexy. Un pequeño anticipo:

A mi en "Spetters" no me ha hecho tilín (físicamente hablando), parece que en "el 4º hombre" tiene un rollo mas sofisticado y fino. Ahora bien dudo que me enamore como lo he hecho con Monique Van de Ven....que suerte tuvo Jan de Bont!!!!

Iniciado por Alex Fletcher

Tengo otro dilema con el 4º hombre, en principio la iba a ver en VHS, ya que en mi última visita al pais fue imposible encontrarla, pero que cosas, éste fin de semana en "mi mercado", encuentro el pack de Verhoeven (creo que el mismo de mangafilms descatalogado) editado por eurovideo:



El problema es que sólo es VO con subtitulos en aleman, es mas una inversión de futuro, no creo que tenga nivel para seguir el hilo del film, sospecho que los diálogos seran importantes para seguir el film, puedo entender un 30% aleman hablado y un 50% aleman escrito......por cierto el pack por 1€

Hombre, por 1 € yo no me lo pensaría. De paso, practicas el alemán con los subtítulos. Mi experiencia es que el holandés hablado difiere mucho del alemán (aunque ya comenté que en Eric, oficial de la reina hay diálogos en que un personaje habla en holandés y otro en alemán y parece que se entienden entre sí sin muchos problemas), pero escrito, con conocimientos de inglés y de alemán, se pueden pillar bastantes cosas. Por ejemplo: "De vierde man" se convierte en "Der vierte Mann", o "araña", palabra que cobra una especial importancia en la película", es "Spinne" en alemán y "spin" en holandés.

Iniciado por Alex Fletcher

A mi en "Spetters" no me ha hecho tilín (físicamente hablando), parece que en "el 4º hombre" tiene un rollo mas sofisticado y fino. Ahora bien dudo que me enamore como lo he hecho con Monique Van de Ven....que suerte tuvo Jan de Bont!!!!

Me quedo con Renée antes que con Monique, pero en esa materia sí que los gustos son personales e intransferibles.

El cuarto hombre (De vierde man), de 1983.



Sexta y última película holandesa de Verhoeven antes de iniciar su periplo internacional. Como en cuatro de las cinco anteriores, el productor es Rob Houwer y el guion (de Gerard Soeteman, el guionista habitual) está basado en una novela de marcado carácter autobiográfico de un escritor famoso y controvertido, Gerard Reve, homosexual, católico, anticomunista y notablemente polémico. Para la ocasión vuelve a situarse tras la cámara Jan de Bont. La banda sonora (la mejor sin duda de estas seis películas holandesas) es de Loek Dikker (por momentos me ha recordado a Bartók).
El film se inicia con unas inquietantes y simbólicas imágenes de una araña paseándose por un crucifijo. “Simbólica” es la palabra clave para interpretar esta película, plagada de símbolos religiosos, premonitorios, sexuales.



De hecho Verhoeven comenta que él y Soeteman decidieron llenar el film de simbología para darle mayor densidad con lo cual estaban seguros de contar con el beneplácito de la crítica, y así fue, ya que fue su película que recibió mejores críticas en Holanda (y quizá también hoy en día es su film holandés más reputado). Verhoeven lo plantea en el audiocomentario casi como una broma, una tomadura de pelo para críticos, pero creo más bien que eso forma parte de la manera socarrona, irónica, desprejuiciada, desmitificadora, con que el director comenta su obra, ya que la aparición de esos símbolos son perfectamente coherentes y están muy bien integrados en el conjunto (aunque quizá algunos sean demasiado reiterativos y evidentes, subrayen en exceso la trama).

Esa araña y ese crucifijo se encuentran en la habitación de Gerard Reve, escritor trasunto del autor de la novela. Verhoeven comenta que ese nombre “Reve” se aproxima al “rêve” francés, que quiere decir sueño, y que sirve como clave para interpretar, si se prefiere, todo lo que vamos a ver como una ensoñación del escritor, personaje que como su autor se va a revelar como homosexual, católico (algo muy especial en Holanda) y alcohólico. Reve (Jeroen Krabbé, en una espléndida interpretación) se nos presenta “a la Verhoeven”, o sea enseñándonos el “paquete”, como el Erik de Delicias turcas, en una casa llena a rebosar de botellas de vino vacías y de figuras religiosas (cruces, vírgenes, una pietà). Vive con el que suponemos es su amante, un violinista, con el que no parece tener ya demasiada buena relación (se imagina que lo estrangula).

Coge el tren para viajar hasta Vlissingen donde ha de dar una conferencia. En la estación se encuentra con un joven atractivo al que intenta ligarse, pero se le escapa, cogiendo un tren en dirección a Colonia. En el vagón, Gerard coincide con una mujer rubia, vestida de azul, que se le va a aparecer en diferentes momentos del film (y que se puede identificar como una aparición de la Virgen María). Hay un momento en el tren particularmente inquietante (y, aunque sea un anacronismo, diría que lynchiano): Gerard mira fijamente la foto de un hotel, el Hotel Bellevue,



y la cámara nos introduce dentro de ese espacio junto a Gerard, que va a pasear por los pasillos del hotel hasta llegar a la puerta número 4, donde el indicador del número se va a convertir en un ojo que se desprende, detalle sin duda muy buñueliano-daliniano.

Ya en Vlissigen, en la conferencia, va a conocer a Christine (Rennée Soutendijk), cuyo nombre también tiene un simbolismo claro, vestida de rojo infernal, de presencia sofisticada y seductora. Aceptará la invitación de la joven para pasar la noche en su casa, una enorme mansión donde regenta un salón de belleza, llamado Sphinx, pero que por un mal funcionamiento de las luces se rebautiza como Spin (“araña” en holandés). Gerard hará el amor con Christine, pero para ello tendrá que imaginar que es un muchacho (en una secuencia de elevado voltaje erótico: por una vez, Verhoeven consigue que la exposición del sexo sea algo más que una mostración naturalista).



Durante esa noche Gerard va a tener dos sueños impactantes: en uno, la mujer de azul lo conduce hasta un mausoleo donde cuelgan abiertas en canal tres reses,



y en el otro Christine lo castra (la película juega también con el simbolismo bíblico de Sansón y Dalila, de hecho la gama de productos de cosmética de Christine lleva el nombre de la amante de Sansón… y Christine cortará después los cabellos de Gerard). Se nos cuenta que Christine es viuda (después sabremos que lo es por tercera vez, o sea que su nuevo amante es “el cuarto hombre”, y que los tres esposos anteriores han muerto en extrañas circunstancias, con lo que se concreta su papel de viuda negra, de araña que devora al macho después de la cópula). ¿Quién será ese cuarto hombre, Gerard o Herman (Thom Hoffman), el actual amante de Christine, que “casualmente” es el joven del que se encaprichó Gerard en la estación de tren?

Planteados todos los elementos, la película va a describir la creciente obsesión de Gerard por Herman y, a su vez, su miedo a ser él el cuarto hombre. La película se desliza hacia una visión innegablemente misógina del personaje de Christine, a la cual Gerard ve como una especie de diablesa, de maga, de bruja, de ser maligno (que prefigura en cierto modo la Catherine Tramell de Instinto básico). En paralelo, Gerard y Herman inician una relación sexual (¡tranquilo, Alex, no hay felación visible, pero sí sugerida!), que se verá truncada por el fatal desenlace.


En el audiocomentario Verhoeven reconoce diversas influencias: de Bergman, por el símbolo del dios-araña, presente en Como en un espejo; de Dr.Zhivago, cuando saltan chispas del tranvía; de Dalí y su participación en los decorados del Recuerda hitchcockiano; de Vértigo, por la secuencia repetida del peligro de accidente del coche de Christine, con efectos distintos en ambos casos; aunque no la cita, también es evidente la referencia a Psicosis, cuando Gerard observa a Christine y a Herman follando a través del ojo de la cerradura. También reconoce la influencia de la pintura de Edward Hopper, que les inspiró, a él y Jan de Bont, el uso del color y el diseño de los interiores del film; y de los pintores simbolistas del siglo XIX. Como detalle curioso, Verhoeven revela que Krabbé ha compaginado su carrera como actor con la de pintor.

En resumen, excelente película, que conserva todo su misterio y encanto, de filiación claramente hitchcockiana, inquietante y perturbadora, la más sensual de sus películas, la más redonda de su primera etapa holandesa. Un placer para los sentidos.

Es una gran obra que sintetiza muchas de las constantes de su director y la más ecléctica, donde se atreve con citas a autores tan dispares como Lynch, Buñuel, Hitchcock, De Palma y hasta Cronenberg. Sus imágenes son subversivas y con un fuerte contenido religioso y onírico, jugando con la expectativas del público con una maestría sin precedentes. Hay varias escenas que se quedan en la memoria como la que ha colgado el forero mad dog con Thom Hoffman crucificado, el del cuadro rematado con un ojo en la pared, la muy sensual de la cripta o todas y cada una de las apariciones premonitorias de la "Virgen".







El uso del color, los espejos, el montaje, la ambigüedad del relato... Todo está muy medido para crear una atmósfera subyugante que te atrapa hasta su malévolo final.

Esas dos últimas imágenes que aporta Screepers (las rosas roja y los pétalos del mismo color) abundan en los símbolos de sangre o muerte con que Verhoeven inunda el film: una pancarta de donación de sangre de la Cruz Roja; un accidente de tráfico con muertos; un ataúd en la estación de tren de Vlissingen, que Gerard cree que contiene su cadáver, porque le parece leer su nombre en la cinta de la corona de flores; ese mismo ataúd en un coche fúnebre; un pack de ketchup o salsa de tomate que revienta y se derrame en el vagón de tren, y un largo etc. Quizá ese exceso es lo que lleva al propio Verhoeven a decir que pusieron símbolos a troche y moche para agradar a los críticos (y de paso a los cinéfilos puntillosos).

Otro elemento a analizar es el gusto de Verhoeven por los personajes homosexuales: Eef en Spetters o Gerard en El cuarto hombre, sin olvidar que las historias de prostitución de Delicias holandesas procedían de un autor homosexual (presente en el film con un breve papel) que al parecer reconvertía experiencias vividas en ambientes homo en experiencias de prostitución heterosexual. O esa atracción homoerótica evidente entre Erik y Alex en Eric, oficial de la reina. Recordemos que en Estados Unidos tendrá problemas con la comunidad gay y lesbiana de San Francisco durante el rodaje de Instinto básico o los momentos lésbicos de Showgirls.

Repasada Vivir a tope (gracias al traductor de Google descubro que el título original significa salpicaduras), indicar que el film me ha vuelto a gustar mucho. Y me gusta por lo valiente que es en contar lo que cuenta, para mí con bastante sinceridad y sin poner paños calientes. En este sentido las evoluciones de los tres personajes protagonistas me parecen tan coherentes como valientes:

Spoiler:

el que se va a comer el mundo y que por una desgracia decide al final acabar con todo, el que se descubre así mismo gracias a lo que parece odiar en un principio y el que acepta su mediocidad pero termina siendo valiente para asumir un cambio

Todo ello, además, situado en un ambiente donde, como se ha indicado, la violencia está casi a flor de piel, el poso religioso muy presente en algún personaje y el sexo lo abarca todo. Y luego se presenta todo de una forma algo feísta, con una estética poco favorecedora que también sirve para volver más realista el conjunto.

Respecto al personaje femenino principal, comentar que tal vez me parezca el menos valiente ya que no me termina de cuadrar su evolución. Vemos que Fientje pasa

Spoiler:

de ser casi casi una femme fatale a terminar contentándose con ser una especie de mesonera.

Pero lo dicho, que el film me gusta por ese toque sucio que tiene, por esas "salpucaduras2 que van aparececiendo en las imágenes y en la trama y que sirven, según recuerdo, para ver la evolución de Verhoven, ya que en El cuarto hombre la estilización de su estilo creo que se hace patente (a ver si la puedo revisar en breve)

Saludos

Para los coleccionistas de Dirigido por, comentar en el nº 158, hay un reportaje con fotos en color (en esa época era mixto blanco y negro/color) sobre "el cuarto hombre" firmado por Carlos Heredero. Ya sabes compañero Mad, toca subirse a la escalera

El Cuarto Hombre, que gran película.

De lejos su mejor cinta holandesa y la que más revisiono.

Por lo visto influenció mucho a John McTiernan, quien hablaba mucho sobre Verhoeven y su estilo al mover la cámara.

Sin ir más lejos contó con Jan de Bont para su Jungla de Cristal...

Iniciado por mad dog earle

Recordemos que en Estados Unidos tendrá problemas con la comunidad gay y lesbiana de San Francisco durante el rodaje de Instinto básico o los momentos lésbicos de Showgirls.

Ahí te das cuenta de que un director holandés puede ser más liberal que toda una comunidad homosexual

Los señores del acero (Flesh + Blood), de 1985.



Con Flesh + Blood (me resisto a utilizar el título español, que parece remitir a un film sobre magnates de la industria del acero y no a un film de aventuras tardomedievales), Verhoeven da su primer paso fuera del limitado ámbito de la industria cinematográfica holandesa mediante una coproducción internacional, vinculada a Orion Pictures, rodada en España (las murallas de Ávila, el castillo de Belmonte, Cáceres, la Ciudad Encantada de Cuenca), con un equipo de actores y técnicos de distintas nacionalidades y lenguas. Con todo, Verhoeven se rodeó de algunos colaboradores habituales, como el guionista Gerard Soeteman (su última colaboración con Verhoeven), el director de fotografía Jan de Bont (que ya se había instalado en Estados Unidos) y Rutger Hauer, que empezaba a despuntar en el mercado hollywoodense (ya había interpretado su mítico papel de Roy en Blade Runner), y con el que tuvo una relación tensa durante el rodaje. Contó además con Basil Poledouris como compositor de la banda sonora (una especie de mezcla de sonidos “medievales”, en los que colaboró Gregorio Paniagua y su Atrium Musicae, y aires de western), habitual en los siguientes films del holandés.

Según las fuentes (por ejemplo, el libro de Fernández Valentí), el rodaje fue especialmente complicado por la mezcla de técnicos y actores de procedencias diversas y las duras condiciones meteorológicas (lluvia y frío). Algunos actores (como Jack Thompson o Brian James, el Leon de Blade Runner) se solían desmadrar más de la cuenta (por el alcohol y otras malas hierbas), con lo cual, conociendo lo temperamental y dado a la discusión subida de tono que es Verhoeven, seguro que el rodaje fue tanto o más interesante que la película. Hay que añadir que, a diferencia de otros europeos captados por Hollywood, Verhoeven ya era un director maduro (47 años en el momento del estreno).
La acción transcurre en el año 1501, o sea al final de la Edad Media o, si se prefiere, al inicio de la Edad Moderna, en pleno Renacimiento (lo que se nos recuerda por medio de los planos de máquinas elaborados por Leonardo da Vinci que consulta Steven, Tom Burlinson, el hijo de Arnolfini). La acción empieza durante el sitio que Arnolfini, Fernando Hilbeck, dirige para recuperar la ciudad de la que es señor. El primer plano, un travelling a lo largo del campo de batalla, reúne ya todos los elementos característicos de Verhoeven: religión (una misa de campaña), violencia (el fragor de la batalla, a cañonazo limpio contra las murallas) y sexo (los ofrecimientos de Celine -Susan Tyrrell, que muchos recordarán como la protagonista de la magnífica Fat City, de John Huston- una puta que acompaña las tropas, amante de Martin, del que dice estar embarazada).



Arnolfini se sirve de sus propias tropas y de una cohorte de mercenarios, entre los cuales destaca Martin (Rutger Hauer). A pesar de haberles prometido que podrían saquear la ciudad una vez tomada, a la vista de los desmanes de los mercenarios (violaciones, pillaje, caos y destrucción), ordena a Hawkwood (Jack Thompson), un antiguo mercenario en calidad de jefe de las tropas, que los obligue a entregar las armas y el botín y que sean expulsados. Martin va a comandar a partir de ese momento una pequeña partida de desarrapados, de lo más peculiar, que vaga con sus mujeres (putas), un niño, y hasta un religioso identificado como el “Cardenal”, muy dado a ver presagios divinos en todas partes, en especial cuando encuentren una estatua de San Martín.

Bajo un intenso chaparrón, Celine parirá muerto el hijo de Martin, al que enterrarán sin más miramientos dentro de un barrilete en medio de fango. Más tarde, atacarán a Arnolfini que ha salido a escoltar a la princesa que ha de casarse con Steven, Agnes (la siempre entregada Jennifer Jason Leigh), la cual con anterioridad ha aprendido de su dama de compañía cómo ha de follar y se ha comprometido con Steven bajo la sombra de dos ahorcados, comiendo la mandrágora que encuentra a sus pies.



Martin consigue hacerse con los carros de Arnolfini y rapta a la princesa. Por la noche, alrededor del fuego, Agnes está a punto de ser violada por el grupo (en una secuencia tremendamente desagradable): para evitarlo prefiere dejarse forzar por Martin buscando su protección, como así será (o sea, nada de una princesita superada por las circunstancias, sino una joven que utiliza su cuerpo con voluntad de sobrevivir, un detalle muy verhoeveniano). El grupo de mercenarios pasa a vestirse de rojo y a proclamar que ya nada es “mío” o “tuyo” (una referencia simbólica más que evidente al comunismo), aunque veremos que Martin conservará el ascendente sobre el grupo, o sea que más que comunismo se mantendrá una cierta dictadura, bendecida por el Cardenal.

Arnolfini encarga a Steven y a Hawkwood que salven a Agnes, para lo cual tendrán que poner sitio al castillo donde se han instalado los mercenarios (el de Belmonte). A pesar de los esfuerzos de Steven para asaltarlo con una máquina de guerra, será gracias a la peste (a la “guerra biológica”) como Hawkwood conseguirá finalmente debilitar su resistencia, asaltar la fortaleza y rescatar a Agnes y a Steven (que ha sido hecho prisionero con anterioridad y encadenado como un perro).

Verhoeven se puso las botas en la película, da la sensación que se dejó llevar por su tendencia a lo extremo, con lo que nos ofrece un amplio catálogo de sexo y violencia, sin que falten unos peculiares momentos “románticos” (como el polvo en la bañera entre Agnes y Martin, rodeados de velas)



o una enternecedora relación entre dos de sus colegas (Miel y Orbec, encarnados por Simón Andreu y Bruno Kirby), un toque homosexual habitual en el cine del holandés. La película no tiene ni un momento de reposo, hay acción continua, puro cine de aventuras, con infinidad de detalles que dan densidad a la narración, enmarcados en un guion sólido dirigido con “mano de acero” por Verhoeven, hasta tal punto que uno acaba creyendo que quizá lo caótico del rodaje se trasladó a las imágenes para entregar un producto sin refinar, sucio y descarnado, pero tremendamente efectivo.
Como curiosidad, el peculiar título del film (ese signo + entre “flesh” y “blood”) parece inspirarse en un disco de la época de Roxy Music. De hecho, Fernández Valentí apunta en su libro que Verhoeven era un gran admirador de la banda liderada por Brian Ferry (detalle en el que coincido con el director). Más allá del título, sin embargo, no se me ocurre música menos parecida a este film que la de los Ferry, Manzanera, MacKay y compañía.

Tal vez sea, junto a El Nombre de la Rosa, la película de corte medieval que más he visto.

Y creo que es porque, al no cortarse un pelo con la violencia, el sexo o la "higiene"; la hace más verosímil.

Salvo

Spoiler:

La escena del rayo

Según el libro de Taschen, Verhoeven decidió no hacer storyboards de la película, cosa de la que más tarde se arrepintió debido a la complejidad de los sets (que en sus siguientes películas solventaría de sobra).

Iniciado por mad dog earle

El cuarto hombre (De vierde man), de 1983.



Sexta y última película holandesa de Verhoeven antes de iniciar su periplo internacional. Como en cuatro de las cinco anteriores, el productor es Rob Houwer y el guion (de Gerard Soeteman, el guionista habitual) está basado en una novela de marcado carácter autobiográfico de un escritor famoso y controvertido, Gerard Reve, homosexual, católico, anticomunista y notablemente polémico. Para la ocasión vuelve a situarse tras la cámara Jan de Bont. La banda sonora (la mejor sin duda de estas seis películas holandesas) es de Loek Dikker (por momentos me ha recordado a Bartók).
El film se inicia con unas inquietantes y simbólicas imágenes de una araña paseándose por un crucifijo. “Simbólica” es la palabra clave para interpretar esta película, plagada de símbolos religiosos, premonitorios, sexuales.



De hecho Verhoeven comenta que él y Soeteman decidieron llenar el film de simbología para darle mayor densidad con lo cual estaban seguros de contar con el beneplácito de la crítica, y así fue, ya que fue su película que recibió mejores críticas en Holanda (y quizá también hoy en día es su film holandés más reputado). Verhoeven lo plantea en el audiocomentario casi como una broma, una tomadura de pelo para críticos, pero creo más bien que eso forma parte de la manera socarrona, irónica, desprejuiciada, desmitificadora, con que el director comenta su obra, ya que la aparición de esos símbolos son perfectamente coherentes y están muy bien integrados en el conjunto (aunque quizá algunos sean demasiado reiterativos y evidentes, subrayen en exceso la trama).

Esa araña y ese crucifijo se encuentran en la habitación de Gerard Reve, escritor trasunto del autor de la novela. Verhoeven comenta que ese nombre “Reve” se aproxima al “rêve” francés, que quiere decir sueño, y que sirve como clave para interpretar, si se prefiere, todo lo que vamos a ver como una ensoñación del escritor, personaje que como su autor se va a revelar como homosexual, católico (algo muy especial en Holanda) y alcohólico. Reve (Jeroen Krabbé, en una espléndida interpretación) se nos presenta “a la Verhoeven”, o sea enseñándonos el “paquete”, como el Erik de Delicias turcas, en una casa llena a rebosar de botellas de vino vacías y de figuras religiosas (cruces, vírgenes, una pietà). Vive con el que suponemos es su amante, un violinista, con el que no parece tener ya demasiada buena relación (se imagina que lo estrangula).

Coge el tren para viajar hasta Vlissingen donde ha de dar una conferencia. En la estación se encuentra con un joven atractivo al que intenta ligarse, pero se le escapa, cogiendo un tren en dirección a Colonia. En el vagón, Gerard coincide con una mujer rubia, vestida de azul, que se le va a aparecer en diferentes momentos del film (y que se puede identificar como una aparición de la Virgen María). Hay un momento en el tren particularmente inquietante (y, aunque sea un anacronismo, diría que lynchiano): Gerard mira fijamente la foto de un hotel, el Hotel Bellevue,



y la cámara nos introduce dentro de ese espacio junto a Gerard, que va a pasear por los pasillos del hotel hasta llegar a la puerta número 4, donde el indicador del número se va a convertir en un ojo que se desprende, detalle sin duda muy buñueliano-daliniano.

Ya en Vlissigen, en la conferencia, va a conocer a Christine (Rennée Soutendijk), cuyo nombre también tiene un simbolismo claro, vestida de rojo infernal, de presencia sofisticada y seductora. Aceptará la invitación de la joven para pasar la noche en su casa, una enorme mansión donde regenta un salón de belleza, llamado Sphinx, pero que por un mal funcionamiento de las luces se rebautiza como Spin (“araña” en holandés). Gerard hará el amor con Christine, pero para ello tendrá que imaginar que es un muchacho (en una secuencia de elevado voltaje erótico: por una vez, Verhoeven consigue que la exposición del sexo sea algo más que una mostración naturalista).



Durante esa noche Gerard va a tener dos sueños impactantes: en uno, la mujer de azul lo conduce hasta un mausoleo donde cuelgan abiertas en canal tres reses,



y en el otro Christine lo castra (la película juega también con el simbolismo bíblico de Sansón y Dalila, de hecho la gama de productos de cosmética de Christine lleva el nombre de la amante de Sansón… y Christine cortará después los cabellos de Gerard). Se nos cuenta que Christine es viuda (después sabremos que lo es por tercera vez, o sea que su nuevo amante es “el cuarto hombre”, y que los tres esposos anteriores han muerto en extrañas circunstancias, con lo que se concreta su papel de viuda negra, de araña que devora al macho después de la cópula). ¿Quién será ese cuarto hombre, Gerard o Herman (Thom Hoffman), el actual amante de Christine, que “casualmente” es el joven del que se encaprichó Gerard en la estación de tren?

Planteados todos los elementos, la película va a describir la creciente obsesión de Gerard por Herman y, a su vez, su miedo a ser él el cuarto hombre. La película se desliza hacia una visión innegablemente misógina del personaje de Christine, a la cual Gerard ve como una especie de diablesa, de maga, de bruja, de ser maligno (que prefigura en cierto modo la Catherine Tramell de Instinto básico). En paralelo, Gerard y Herman inician una relación sexual (¡tranquilo, Alex, no hay felación visible, pero sí sugerida!), que se verá truncada por el fatal desenlace.


En el audiocomentario Verhoeven reconoce diversas influencias: de Bergman, por el símbolo del dios-araña, presente en Como en un espejo; de Dr.Zhivago, cuando saltan chispas del tranvía; de Dalí y su participación en los decorados del Recuerda hitchcockiano; de Vértigo, por la secuencia repetida del peligro de accidente del coche de Christine, con efectos distintos en ambos casos; aunque no la cita, también es evidente la referencia a Psicosis, cuando Gerard observa a Christine y a Herman follando a través del ojo de la cerradura. También reconoce la influencia de la pintura de Edward Hopper, que les inspiró, a él y Jan de Bont, el uso del color y el diseño de los interiores del film; y de los pintores simbolistas del siglo XIX. Como detalle curioso, Verhoeven revela que Krabbé ha compaginado su carrera como actor con la de pintor.

En resumen, excelente película, que conserva todo su misterio y encanto, de filiación claramente hitchcockiana, inquietante y perturbadora, la más sensual de sus películas, la más redonda de su primera etapa holandesa. Un placer para los sentidos.

Sobre referencias hitchcockianas te falta la de "los pájaros", cuando le cae la ave moribunda encima, lo bueno de estas referencias que son homenajes que encajan a la perfección en la historia, no estan puestos ninguna con calzador.....en breve mi comentario mas extenso y como no con charlatanería gratuita.

Pequeña odisea para ver el film que he sufrido, empecé con un dvd aleman, pero tuve que pararlo porque todavía no estoy para seguir el hilo, porque el alemán no es que sea difícil, lo siguiente, el inglés es una mariconada comparada con el alemán. A los 3-4 días después seguir con el vhs.....pero es viejito y no aguantó la presión, la cinta se veía pero no se escuchaba, rápidamente me puse a hacer cosas ilegales, bueno en Suiza es legal, descargué el film, la primera hice "mistus" sólo en VO, ya a la segunda acerté, pero claro, la he visto doblada (no voy hacer chistes alcoholizados) y no mola.....ha sido la última opción.

La sinopsis me la ahorro, Mad Dog ya ha hecho el trabajo sucio . Estoy de acuerdo que se trata del mejor film de su primera etapa, y podría competir por estar en su top5 general, pero eso será al final cuando saquemos conclusiones no?. Es un film exquisito, con un poderío visual indudable y una narración compacta que sí, ésta vez no hay agujeros en el guión y elipsis a lo bestia de "porque lo digo yo" como en "Erik, oficial de la reina" y "Katjee Tippel" por decir alguna. La música ésta vez, y por fin, está a la altura del producto, sin los "lalalalas" irritantes de sus primeros productos dignos del peor erótico-exploit de Jess & CO.

El film está plagado de detalles y homenajes, como bien ha relatado minuciosamente Mad Dog Earle, y repito, ésta vez no afectan para nada al porvenir del film, son armoniosos y van de la mano. Muchos detalles más, me quedo con esa homosexualidad descarada del protagonista, sobretodo en el momento de la escena de sexo con la femme fatale del film, con un cuerpo muy masculinizado, el protagonista le tapa los senos hacia los lados para simular un hombre, y después con la juguesca de los espejos, observando la masculinizada espalda de la chica, evidentmente con "mi" Monique van de Ven imposible hacer dichas escenas.....(que curvas!!!!).

Otro detalle, como no sexual, bueno sexual para mi, son el juego con el color de las uñas de la protagonista, en el fantástico libro de T.F.Valentí, hace una pequeña referencia explicativa aunque dudo o no estoy de acuerdo con el significado que le da, es más T.F.Valentí no llega a explicar su significado, dejando solo: "los constantes cambios de color de uñas introducen otro elemento de inquietud en el retrato de Christine". También dice que hay tres cambios de color, rojo inicial, negro en el sueño de la castración y azul verdoso en el desayuno de la mañana siguiente; tengo que llevarle la contraria al autor del libro, ya que de las uñas negras en el sueño nada de nada, son el mismo azul verdoso que el cual después por la mañana se las pinta; a mi me parece que autor se aventura demasiado con la afirmación entrecomillada que he expuesto. En mi opinión, y sin tener ni puta idea de moda (ni quiero tenerla) los colores de sus uñas combinan con los vestidos que llevan, rojo con rojo/azul con azul, de color negro nada de nada, no me hacía falta comprobarlo pero lo he hecho. Ustedes se preguntaran porque hilo tan fino? si Quentin Tarantino es un enfermo de los pies de las mujeres, yo soy de las manos, es en lo que primero me fijo de ellas, así que éstos detalles que parecen minuciosos, no lo son para mi. Desde mi punto de vista sin saber lo que las mujeres puedan pensar de mi a primera vista (es lo mismo que decir, con todos mis respetos), ya me puede venir Megan Fox, Amber Heard,y ofrecerme sexo gratis que si tienen las uñas mordidas las rechazo y me quedo tan pancho, sólo aceptaría si fuera por trabajo, o sea que me paguen.......ei!!! no quiero que suene a chulería por favor, sólo son gustos, hay gente que les gustan las mujeres que su culo ocupen dos asientos....lo mío son las manos (cuidadas), yo soy un chico muy modesto con mi 75 cm de entrepierna . Vaya off topic, éste ha sido de categoria...sorry, tenía que justificarme de alguna manera

Quizás de las cositas malas que tiene el film, muy pocas por cierto, yo diría dos, una es la reiteración en la escenas del coche funerario y con el juego de nombres, creo que son 3 veces (quizás alguna de ellas es en forma de flashback), las encuentro reiterativas. Y la otra es dos ida de bola con sus exmaridos, el primera el de paracaidas, lamentable la escena que simulan su suicidio, como si cayera de un primer piso en paracaidas, no hay apenas impacto, hubiera sido mejor una elipsis o un muñequito a lo "Ator 2". El segundo ex, un militar experto, baja del coche en un safari estando los leones sueltos para darle un entrecot suculento, no de primera clase, porque había mucho nervio, no me jodas Paul!!!! no está muy lejos de un sketch de Mr.Bean. Por lo demás es un film visualmente impactante muy recomendables para todo terrenos cinefilos, no sólo para locos de PAul Verhoeven como lo somos casi todos (en el foro somos muy pre Verhoevianos, Polanskeros, Carpenteros y Cronenberianos, y lo sabéis que lo digo con hechos porque he hecho y estoy haciendo un estudio de ello ). Un film que indudablemente revisionaré cuando lo tenga en buenas condiciones.

Ohhh lo del audiocomentario de Verhoeven parece mas postureo de "mira como me río de los críticos", sabiendo su pasado artístico, no me lo creo o se infravalora.

Saludos!!!! me voy a ver manos bonitas de mujeres por internet

Iniciado por Alex Fletcher

.Desde mi punto de vista sin saber lo que las mujeres puedan pensar de mi a primera vista (es lo mismo que decir, con todos mis respetos), ya me puede venir Megan Fox, Amber Heard,y ofrecerme sexo gratis que si tienen las uñas mordidas las rechazo y me quedo tan pancho, sólo aceptaría si fuera por trabajo, o sea que me paguen.......ei!!! no quiero que suene a chulería por favor, sólo son gustos, hay gente que les gustan las mujeres que su culo ocupen dos asientos....lo mío son las manos (cuidadas), yo soy un chico muy modesto con mi 75 cm de entrepierna . Vaya off topic, éste ha sido de categoria...sorry, tenía que justificarme de alguna manera

"¿Y esto de que es, de cortar magnolias a la luz de la luna..?"

Ya lo decía mi abuela, las manos de una dama son su tarjeta de presentación ...

Lo malo es que las tareas domésticas son una de las cosas que más fastidian las uñas . Y éso que yo siempre uso guantes, porque por menos de nada se me cortan ...

Iniciado por Jane Olsen

Ya lo decía mi abuela, las manos de una dama son su tarjeta de presentación ...

Lo malo es que las tareas domésticas son una de las cosas que más fastidian las uñas . Y éso que yo siempre uso guantes, porque por menos de nada se me cortan ...

Ahhh para rematar el tema, no se que soporto menos las uñas mordidas o las uñas postizas a lo porn star.

Iniciado por Alex Fletcher

Ahhh para rematar el tema, no se que soporto menos las uñas mordidas o las uñas postizas a lo porn star.

Estoy deseando llegar a Showgirls para conocer tus impresiones "uñísticas":

Iniciado por mad dog earle

Estoy deseando llegar a Showgirls para conocer tus impresiones "uñísticas":

uaghhhh!!! uñas falsas, ni con viagra compañero!!!

En el libro, comenta que en "Desafio total" también hay una "juguesca" de colores con las uñas de Sharon Stone, cosa que no recuerdo, la vi en su estreno de videoclub, a principios de los noventa y evidentmente mis hormonas, por edad, estaban tranquilitas aún.

Ya me fijaré a partir de ahora en la presencia de las uñas femeninas (no sé si las masculinas también centran tu interés) en las películas de Verhoeven. Reconozco que no es una parte de la anatomia que me fascine tanto como a ti, aunque suele mostrarse de manera muy visible. Hablando de Flesh + Blood (que es la última que he comentado... o sea que es la que te toca ahora), allí las uñas me temo que aparecerán básicamente sucias y rotas, como corresponde a la accidentada vida de los mercenarios de la época. No sé si esta imagen te servirá de referencia:

Iniciado por Alex Fletcher

uaghhhh!!! uñas falsas, ni con viagra compañero!!!

En el libro, comenta que en "Desafio total" también hay una "juguesca" de colores con las uñas de Sharon Stone, cosa que no recuerdo, la vi en su estreno de videoclub, a principios de los noventa y evidentmente mis hormonas, por edad, estaban tranquilitas aún.

En Desafío total la recepcionista

Spoiler:

de Memory Call cambia el color de sus uñas con una especie de paleta electrónica

Saludos