Lo que podían haber metido en la peli es el montaje original de la peli hecho por su director, Brian Helgeland, y no el engendro que perpetró Mel Gibson tras echar al director de la sala de montaje. Joder, si hasta se notan los cambios de luz entre las tomas rodadas por Helgeland y las tomas rodadas por Gibson y Richard Donner.
-------------------------------
Joder, yo siempre lo he achacado a la escasa pericia de Helgeland tras las cámara (que no tras el papel), pero visto lo visto empezaré a pensar que quizás tenga salvación... Estaría curioso ver esa director´s cut, si señor.
-------------------------------
Pero eso nunca ocurrirá. Los cambios efectuados por Gibson no son simples cambios de montaje. Estamos una vez más ante algo parecido a lo que hizo Michael Crichton con Eaters of the Dead hasta convertirla en The 13th Warrior, aunque el caso de Payback es aun más bestia.
Helgeland hizo un remake de Pointblank de John Boorman hiperoscuro. De hecho su primera intención era rodarlo en blanco y negro, pero Gibson se negó. Le dijo que la rodara en color y luego cabía la opción de probar a virarla a blanco y negro. Helgeland vio que eso no iba a ser posible y desechó esa idea, aunque pensaba que luego podría virar la imagen a algún tipo de toque bicolor que quedara chulo. De hecho, en la película que conocemos, hay ciertas partes de ella que tiene una fotografía oscura y muy contrastada. Esas secuencias pertenecen a la película de Helgeland. El film terminado por el guionista de L.A. Confidential, no solo era muy oscuro en cuanto a fotografía. Los personajes y las situaciones no daban margen para ningún tipo de sensación positiva. Incluso el personaje de Gibson era tan cabrón (como en la película original de Boorman) que era imposible que cayera bien a la gente (aún recuerdo una foto del rodaje donde se veía a Gibson fumando un cigarro en una secuencia, en un aire que no tenía para nada que ver con el graciosete del Payback que conocemos). Gibson se asustó con el tono tenebroso de la película, y exigió a Helgeland cambios. Este se negó y fue despedido. Gibson enseñó la película a amigos suyos como Richard Donner, el cual juzgó el film comparándolo con su saga del policía gracioso pero suicida y su amigote negro a punto de jubilarse. Donner le recomendó que rerodara gran parte del film, aprovechara otras partes, y que modificara sustancialmente lo que había hecho Helgeland. Y dicho y hecho.
Repercusiones (con SPOILERS):
Pues que mientras en la película original de Helgeland, y siendo más fiel a la novela y al film original de Boorman, no llegamos a saber quién es el malo, en esta se nos presenta a un malo tangible y asesinable para que al final Gibson nos alegre el día. En la peli original la única secuencia en la que aparecía el malo, ni siquiera llegábamos a verlo. Tan solo se oía su voz a través del teléfono y se veía su silueta sin llegar a ver quién era (en realidad era Angie Dickinson en claro homenaje al film original). En la versión de Gibson es un Kris Kristoferson que desde que aparece en el film sabes que está ahí solo para ser matado por Gibson.
Este solo es un ejemplo, luego hay de todo: desde secuencias en las que cambia el tono del acting hasta la fotografía, pues en ellas asistimos a cambios entre planos rodados por Helgeland y planos rodados por Gibson. Hasta la elección de una música (muy buena por otro lado), pero que termina por dar la sensación de que estamos ante una peli de buen rollo (nada más lejos de la intención del "acreditado" director).
La censura en Payback vino mucho antes del DVD.