En líneas generales, algo defraudado. "La librería" está bien, pero tanto como para decir que es lo mejor que se ha dirigido, escrito y rodado en este año pues como que no. Parece que ya está establecido que una peli se lleve casi todos los premios técnicos y otra los gordos. Yo estaba convencido, por ello, de que "Handía" no se iba a llevar el gato al agua del todo. Sobre esta no voy a opinar porque no se reestrenó en mi ciudad, pero insisto en que "La librería" está, para mí, varios peldaños por debajo de "Verano 1993" (a la que seguramente le haya afectado todo el lío catalán), "Verónica", "El autor" y de la ninguneada "Abracadabra".
El agradecimiento que más me ha llegado ha sido el de Nathalie Poza. Efectivamente, para eso está el arte; y de eso es de lo que se debería hablar en una gala de cine. Comparto las reivindicaciones feministas que buscan lograr una igualdad salarial entre hombres y mujeres, y también veo necesario derribar las cortapisas que puedan sufrir las historias escritas por mujeres para poderse realizar, pero no por repetir la misma consigna 200 veces vamos a llegar antes a alcanzar su fin.
Ha faltado humor; algo para hacérselo mirar teniendo a esos dos monstruos de la comedia al frente de la gala. No sé si se han autocensurado mucho, si no les han dejado meter más cosecha propia o qué, pero sólo han podido aportar alguna pincelada graciosa. Los cinco minutillos que ha tenido Paquita Salas le han bastado para robarse todo el protagonismo cómico de la noche.
He percibido este año, entre todo el mundo, un desinterés especial por los Goya. Se ha notado que las películas más taquilleras no estaban nominadas y que no había nombres tan llamativos para el gran público como Bayona.