Es posible que haya visto, en algún otro momento de mi vida, una película más extraña y fascinante que esta. Pero, sinceramente: ahora no me acuerdo. Recién vista esta joya, solo puedo pensar... ¿donde has estado estos últimos treinta años? ¿Porque no había oído hablar de ella? Dirigida en 1980 por Richard Rush, y protagonizada por Steve Railsback y por Peter O'Toole, un Peter O'Toole inmenso, prodigioso, nominado al OSCAR por su pael en este filme, y con razón. Barbara Hershey para completar el elenco principal, este trío de personajes misteriosos y fascinantes.
Básicamente, la película la historia de un tal Cameron (Railsback) un fugitivo de la justicia en torno al cual se ha organizado una auténtica caza del hombre. Nada sabemos de él, ni de los motivos de tal persecución, pero le asistimos en una de ellas, cuando dos policías intentan atraparle en un café. En su carrera, parará en un puente donde pasa un lujoso BMW para hacer autostop, pero el destino quiere que el conductor sea Burt, un temerario especialista de cine que no solo no le recoge, sino que parece que tiene intención de atropellarle. Cameron tira una pieza metálica que halla en el suelo contra la ventana del cristal del coche, este se desvía y cae al agua. De pronto, el bosque se llena de gente, de extras y operarios, y un enorme helicóptero surge junto al puente: en él va Eli Cross (O'Toole) director de la película que se está rodando. Eli observa a Cameron, lanzándole una mirada casi siniestra, como si estuviese anticipando ya lo que va a hacer con él.
Cameron continua con su huida hasta una playa cercana, donde están rodando otra escena, donde se pone de manifiesto la perfección de los trucos cinematográficos y lo dificil que es diferenciar entre los trucos y la realidad. Más tarde, llega la policía, a protestar por las molestias que el rodaje está causando, y a informar de que el coche caído en el puente ha sido recuperado, pero el especialista Burt ha desaparecido en el agua, presuntamente muerto. Es entonces cuando Eli, reconociendo a Cameron, finge que es Burt, obligando a fingir lo mismo al equipo. Cuando la policía se va, Eli le propone un trato: sustituirá a Burt como especialista durante los tres días de rodaje que quedan, y a cambio, él obligará a todo el equipo a que fingan que es Burt, podrá vivir y esconderse entre ellos, y escapar cuando el rodaje termine.
Cameron acepta, y casi enseguida se verá fagocitado por el mundo del cine, cambia su aspecto por el de Burt por obra de la extravagante maquilladora y conocerá a todo el equipo, fijandose especialmente en la actriz, Nina Franklin (Hershey) una mujer extravagante, misteriosa y algo neurótica. Por su parte, Eli, al darse cuenta de que Cameron no conoce los entresijos del oficio y reacciona espontaneamente ante trucos que los demás conocen, le pone constantemente a prueba, haciéndole creer que corre peligros reales durante las escenas de acción...
La película consigue crear una espléndida farsa sobre el mundo del cine, haciendo siempre hincapie en que nada de lo que rodea al desconcertado fugitivo protagonista es real, como se ve en la escena de la playa, donde los espectadores son engañados, pero incluso los miembros del equipo se engañan entre ellos usando los trucos del oficio (vease esa anciana que pide un autografo al protagonista). Nada es lo que parece ser. Todo el mundo se lo toma todo a la ligera, el equipo acepta de buenas a primeras que Burt ha muerto, y que ese desconocido le sustituirá, están acostumbrados a vivir al límite, haciendo su trabajo sin hacer preguntas. El director es el que paga, él manda y él decide.
Por otra parte, se consigue crear un halo de misterio en cada fotograma de la película, insinuando que todos y cada uno de los carismáticos personajes tienen algo que esconder. No sabemos porqué Cameron huye de la policía, ni sabemos porque tras aceptar la oferta se queda, cuando podía haber huído: ¿simplemente ha quedado fascinado por el mundo en el que ha entrado, o acaso ha empezado a creerse la mentira de que es Burt, el especialista al que sustituye y al que mató por accidente? Por otra parte, Eli Cross es un personaje ambivalente, un cínico director al que solo parece preocuparle terminar su película, caiga quien caiga, pero en realidad parece que su verdadera pasión es jugar con las personas, manipular las emociones de la gente que trabaja para él aprovechándose de su posición privilegiada. ¿Se siente realmente fascinado por la inocencia de Cameron, o es simplemente un truco para asegurarse de que el falso especialista sigue a su lado hasta que acabe el rodaje? Parece que siente verdadera preocupación por la suerte que corre su nuevo especialista, pero, ¿porque debía preocuparle cuando prácticamente dejó morir a Burt, y su muerte no le ha afectado en absoluto? Por último, Nina, la misteriosa y compleja actriz, ¿De que lado está? Parece que se siente atraída por la inocencia de Cameron, pero a veces estalla en arrebatos de niña mimada. Y hacia el final, cuando Cameron empieza a sospechar que Eli quiere matarle, y Nina le ofrece su ayuda, ¿de que lado está? ¿Porque se pone de parte del especialista al que conoce de un par de días antes, en vez de ser fiel al director, que ademas fue su amante? Dudas y dudas que no hacen sino remarcar la idea principal de la película, que todo es una enorme farsa, y que serán contestadas al final, en una inesperada/esperada vuelta de tuerca con final abierto incluido...
En resumen, una pequeña obra maestra que me ha sorprendido mucho. Un Peter O'Toole inmenso, carismático, imprime a su personaje un aire casi mefistotélico, una enorme farsa sobre el mundo del cine y una película imbuida de misterio y ambiguedad. Muy disfrutable, a reivindicar.