Era el santo de mi hijo mayor, 11 años, y he invitado a los amigos de la comunidad y a mis tres hijos, de 9 años los otros dos, a ver una película. Inocente de mí o por dejación de funciones decido someter a votación, maldita democracia, la película a ver. De las opciones que había destacaban FLYBOYS , una película de aviadores de la primera guerra, Operación Strombergerplinchenmuchen, de un niño que hace de padre y que es inmortal y 28 semanas después que como todos sabeis a estas alturas trata de unos cuantos foreros de mundodvd enfadados. Sale elegida , y no a mi pesar, reconozco, la última. Mi hijo mayor ,temeroso de dios, por no decir que se caga con cualquier cosa que huela a miedo se rebela y se niega a entrar. Convenientemente agarrado de las orejas y sufriendo una charla constructiva de su padre sobre los parabienes de la democracia, mi hijo es introducido en volandas en el cine.
Ni decir tiene que la película es para cagarse. Promete mucho. A las primeras de cambio, como buena película de zombies que se precie, ya empiezan los sustos, la sangre, los gritos, las carreras y el acojone del personal. Mi hijo mayor, que acusa a su padre de maltrato y acoso, empieza a revolverse en el asiento literalmente aterrorizado. Mi otro hijo se suma a la revuelta y se me sienta encima pidiéndome ,con los ojos saliéndose de las cuencas, que le saque del cine. Eran dos. El tercero tarda dos mutilaciones más en suplicar lo mismo. Yo que tampoco es que sea un torturador y viendo el cariz que tomaba la película decido, en un momento en el que un personaje le saca los ojos a otro en medio de un baño de sangre, sacarlos de cine de inmediato. EL resto de niños y otra madre que iba aguantan 10 minutos más. Es, obviamente , una película que no debería ver jamás un niño. Vaya por delante.
Cuando salimos nos cae un chorreo de trabajadores del cine por entrarles en esa película. Y con razón, tiene guasa que gente imberbe nos llame la atención por no ejercer con diligencia la labor de padres.
A cien metros de la puerta me dice mi hijo que se ha olvidado la funda de un movil y presto a recuperar la confianza de mi hijo voy a rescatarla. Subo las escaleras y en la fila 10 y a oscuras me arrastro por el suelo por toda la fila, no habia nadie más, palpando a ver si encontraba la funda. Sólo palomitas, sus respectivas cajas, vasos de plástico pero nada de fundas. Yo seguia palpando, de rodillas, mirando al suelo en perpendicular, hasta que de pronto mi mano se apoya en unos zapatos al final del pasillo de la fila ,que provocan en mí una reacción de susto monumental que acaba en un grito de cojones. Qué hijoputa. Pero qué coño hacía de pie un segurata en medio de la puta sala. Pues yo os lo diré.
Atrapar a un puto chorizo de bolsos. Mira que salía de la sala orgulloso el maromo. Pavoneandose como un pavo real creía haber atrapado a un choricillo de bolsos. Yo, que estoy buscando la funda de un movil, él, que te calles y sigue andando, yo, mira cazurro no me pongas la mano encima, él, como no te calles te meto, yo ,no tienes cojones, él , no me provoques. Al final los empleados del cine con los que había hablado me reconocen y me dejan ir. Y aparezco ante mi hijo sin la funda. Feliz santo , le digo. ¿porqué has tardado tanto ? ,me comenta. Tu padre , que es extrovertido, estaba haciendo nuevos amigos. Joder con la paternidad.
En realidad ha sido bastante cómico, más que como yo lo cuento, y me hacía gracia ponerlo aquí. No es nada trascendente y no pasa de mera anécdota. Así que disculpad los que lo habeis leido y considerado una pérdida de tiempo. Y dobles disculpas si os he distraido de hincarle el diente a la parienta.