Tema: Revisando la filmografía como director de Charles Laughton (1899-1962)

Revisando la filmografía como director de Charles Laughton (1899-1962) / Parte 1 (de 3):

1. Lo que debería haber sido…

THE MAN ON THE EIFFEL TOWER (1950)



Coproducción franco-norteamericana.

Directores: Irving Allen (no acreditado), Burgess Meredith y Charles Laughton (no acreditado).

Productor: Irving Allen.

Producción: A & T Film Productions, Inc. (EUA) + Gray-Film (Francia).

Distribución: RKO Radio Pictures, Inc.

Guion: Harry Brown, basado en la novela “La Tête d’un homme” (1931), de Georges Simenon.

Fotografía: Stanley Cortez, en Ansco Color (1.37:1).

Dirección artística: René Renoux.

Música: Michel Michelet.

Montaje: Louis Sackin.

Reparto: Charles Laughton (Comisario Jules Maigret), Franchot Tone (Johann Radek), Burgess Meredith (Joseph Heurtin), Robert Hutton (Bill Kirby), Jean Wallace (Edna Warren), Patricia Roc (Helen Kirby) y Belita (Gisella Heurtin).

Duración: 1:33:33 (Copia en DVD editada por La casa del cine para todos en 2014).

Estreno: 4 de febrero de 1950 (EUA), precedido por una premier en Montreal, Canadá, el 19 de enero.

…

París / 1949

…

Aunque (desgraciadamente como pronto podremos comprobar…) la filmografía del gran (en todos los sentidos) actor inglés Charles Laughton (1 de julio de 1899 / 15 de diciembre de 1962) oficialmente consta únicamente de 1 largometraje he optado por ampliar la misma en dos más porque aunque de forma anónima su contribución fue más o menos decisiva en ambos.



El 16 de marzo de 1934 Laughton se convirtió en el primer actor inglés en ganar el Oscar… por una producción inglesa, LA VIDA PRIVADA DE ENRIQUE VIII (1933), de Alexander Korda (y a quien volvería a encarnar en la igualmente excelente LA REINA VIRGEN [1953], de George Sidney).



- He recalcado lo de “por una producción inglesa” puesto que le antecedió su compatriota George Arliss (1868-1946) pero en este caso por una norteamericana, DISRAELI (1929), de Alfred E. Green. -

Previamente ya había intervenido en dos clásicos del cine gótico norteamericano como son EL CASERÓN DE LAS SOMBRAS (1932), de James Whale (junto a Boris Karloff) y LA ISLA DE LAS ALMAS PERDIDAS (1932), de Erle C. Kenton (en este caso con Bela Lugosi) y pronto se convertiría en uno de los actores más solicitados tanto a uno como a otro lado del Atlántico.





Sin ir más lejos su compatriota, el inmarcesible Alfred Hitchcock (que nació casi a la par que aquel, en concreto el 13 de agosto de 1899), por ejemplo, lo hizo en dos ocasiones, en POSADA JAMAICA (1939) – su última película rodada en suelo británico – y en EL PROCESO PARADINE (1947) aunque en el libro de entrevistas de Truffaut sus comentarios acerca del actor no eran precisamente laudatorios, especialmente en el primer caso puesto que la estrella era su propio productor.





A pesar de que Laughton era homosexual (algo además que era conocido entre sus pares) siempre mantuvo una excelente relación con su esposa, la deliciosa Elsa Lanchester (1902-1986), con la que estuvo casado desde 1929 hasta su muerte.



Centrándonos en el objeto del presente hilo la cinta que lo inaugura, THE MAN ON THE EIFFEL TOWER – inédita en salas comerciales en nuestro país, al menos que yo sepa –, tuvo una gestación ciertamente complicada.

La misma se basa en una de las primeras y (muy) populares novelas protagonizadas por el famoso comisario Jules Maigret escritas por el no menos conocido autor belga George Simenon (1903-1989), en concreto la titulada “La Tête d’un homme” (1931).

- Por lo que he podido averiguar, aunque tal vez esté equivocado, en nuestro país se tradujo por primera vez como “La cabeza de un hombre” de la mano de la editorial barcelonesa Hymsa y más en concreto dentro de su colección La Novela Aventura (n.º 38, 4 de agosto de 1934). -



Previamente (en 1933) la misma había sido llevada a la gran pantalla en su país de origen por el cineasta Julian Duvivier (1896-1967) y con el mismo título que el de la novela que toma como base.



En los EUA no sería publicada hasta 1940 en la colección “The Patience of Maigret” (“La paciencia de Maigret”) y bajo el título “A Battle of Nerves” (“Una batalla de nervios”).



- Ambos títulos, por cierto, muy bien elegidos como pronto comprobaremos. -

THE MAN ON THE EIFFEL TOWER fue la primera película norteamericana en color (en este caso en el escasamente rutilante Ansco Color) rodada íntegramente en París, algo que los propios títulos de crédito se encargan de recalcar de una forma ciertamente curiosa…







La misma es una coproducción entre la francesa Gray-Film y la compañía creada ex profeso por el director/productor Irving Allen (1905-1987) y el actor Franchot Tone (1905-1968) y de ahí el nombre de la misma: A(llen) & T(one) Film Productions, Inc.



El primero además se encargaría de la dirección y el segundo encarnaría al villano de la función.

Intuyo que la participación de Gray-Film, aparte de pecuniaria, se sustanció en la presencia del director artístico René Renoux, del compositor Michel Michelet y de los diseñadores de moda Jacques Griffe y Robert Piguet, quienes se encargarían de vestir a las atractivas Jean Wallace (1923-1990) y Patricia Roc (1915-2003).



- Seguramente la presencia en el reparto de la primera se debiera a que en esos momentos estaba casada con Tone, aunque la pareja se divorció el 1 de octubre de 1949, o sea, poco antes del estreno de la película. -



El rodaje se inició a mediados de septiembre de 1948 pero a los pocos días Charles Laughton, que interpretaba al comisario Maigret, insatisfecho con el trabajo de Allen (que, recuerdo, era también uno de los productores) amenazó con dejar la película si este no cesaba inmediatamente en sus funciones y le cedía los bártulos a su colega (y coprotagonista) Burgess Meredith (1907-1997), una decisión ciertamente extraña porque a pesar de que este había dirigido numerosos montajes teatrales su experiencia como realizador en el cine se limitaba exclusivamente a un documental rodado durante la Segunda Guerra Mundial junto al excelente cineasta Anthony Asquith (1902-1968), A WELCOME TO BRITAIN (1943). Seguramente viendo lo que se avecinaba Tone dejó igualmente de ser productor de facto de la película.





Lo más gracioso de todo es el hecho de que el propio Laughton acabaría dirigiendo las escenas protagonizadas por su compañero, incluida la espléndida de la (consentida) huida de Joseph (Meredith) de la prisión con el fin de dar con el paradero del verdadero asesino en serie (o sea, Johann [Tone]) o la todavía superior (y con la que se cierra la película) de la persecución del primero al segundo escalando la Torre Eiffel y que bien podría recordarnos (aunque en tono menor) a la mucho más espectacular de Harold Lloyd en la magistral EL HOMBRE MOSCA (1923).



- De todas formas, para Laughton tampoco era su primera experiencia como “director”, tal y como pudieron atestiguar cineastas del prestigio de Cecil B. DeMille (EL SIGNO DE LA CRUZ [1932]), Josef von Sternberg (la inacabada I, CLAUDIUS [1937])...



- Von Sternberg, Oberon y Laughton -

... o el mencionado Alfred Hitchcock (POSADA JAMAICA). -

A pesar de lo arriba contado no se nota en absoluto el baile de productores y de directores en la película y lo cierto es que esta resulta de lo más amena aunque uno adivine desde un principio quién es el verdadero culpable.



Lo más atractivo de la función es el tource de force que se establece entre el héroe (Maigret) - un sorprendentemente contenido Laughton -...



... y el villano (Radek) - un, por el contrario, expansivo, acorde con la torturada personalidad del personaje, Tone -



..., hasta el punto de que como antes indicaba el título que mejor se ajusta a esa relación es el de la traducción anglosajona de la novela original puesto que el segundo no deja de seguir a todas partes al primero para probar que es más listo que él (el orgullo precede a la caída… y en este caso casi literalmente...) y como el propio comisario comenta en la película…





También es de destacar el excelente uso que se hace de la Torre Eiffel en el tramo final aunque las autoridades francesas no permitieron que Radek se suicidara lanzándose al vacío desde la misma para evitar que alguno de sus visitantes tuviese la misma idea y, por tanto, hubo que cambiar el mismo, lo que en el fondo benefició a la historia puesto que el villano, aparte de ser un maníaco depresivo (sic), era un consumado narcisista y necesitaba de la presencia de Maigret para cometerlo.



Desde luego el desenlace del film tiene un marcado tono hitchcockiano, aunque el villano muera finalmente en la guillotina y no como estaba previsto.

No obstante, para Laughton lo más importante no fue el hecho de dirigir la mayor parte de la película (aunque las opiniones al respecto de los que trabajaron en ella son de lo más diversas) sino que gracias a ella conoció al gran director de fotografía Stanley Cortez (1908-1997) con el que establecería una relación amistosa/laboral fruto de la cual surgiría la obra maestra LA NOCHE DEL CAZADOR (1955), la única obra que el británico pudo llevar a buen puerto.



Pero de esta maravilla hablaremos largo y tendido – si las autoridades y la salud lo permiten – en la próxima entrega de este breve (y modesto) coleccionable.

Es una lástima que ninguna de las copias que circulan de THE MAN ON THE EIFFEL TOWER dejen vislumbrar el – intuyo – cuidado cromatismo del imaginero Cortez. Tampoco el Ansco Color podía competir con el Technicolor puesto que no solo era menos brillante sino también menos resistente al paso del tiempo.

La copia en DVD que me ha servido para la presente crónica (y de la que NO proceden las capturas que acompañan a la misma) aunque está lejos de reflejar no solo el (supuestamente) brillante colorido de la imagen sino de la propia ciudad de París, se deja ver sin demasiados sobresaltos...





... y está relativamente bien subtitulada.

En cualquier caso, un pequeño clásico del cine negro… en color… de los años 40, aunque no juega en la misma liga que QUE EL CIELO LA JUZGUE (1945), de John M. Stahl y que inmortalizó todavía más a una celestial Gene Tierney.

Buen inicio de ciclo.

Buenas tardes y, buena suerte.



P. D. Aunque parezca que no le he hecho mucho caso al director acreditado, Burgess Meredith, lo cierto es que su personaje que lleva unas gafas de gruesos cristales porque si no no vería tres en un burro parece todo un antecedente de ese otro que protagonizaba uno de los mejores (y mas crueles) episodios de la mítica "The Twilight Zone" (1959-1964), de Rod Serling, en concreto el 8º de la primera temporada ("Por un poco de tiempo")...



Próximas (y últimas entregas):

1955, LA NOCHE DEL CAZADOR

1958, THE NAKED AND THE DEAD, de Raoul Walsh

Aviso para navegantes:

Esta semana tengo previsto ver y comentar LA NOCHE DEL CAZADOR, una de las mejores películas de la Historia del Cine y que significó el abrupto final de la carrera como.director del gran (y excesivo).actor.

Aunque todavía quedará pendiente una coda final para cerrar esta minúscula revisión pero compuesta de obras Mayúsculas.

He tenido que leer varias veces el título del hilo y asegurarme que no estaba dormido.
Por suerte tu explicación inicial me lo ha aclarado todo.

Todo tiene una explicación en la vida (bueno, todo no, para qué mentir), querido amigo, si te lees con atención las tres entregas del coleccionable.

No deja de ser curioso que cuanto más viejo me voy haciendo más anárquico y heterodoxo me he vuelto en cuanto a mis aficiones.