No podía dejarlo pasar sin aportar mi sentimiento por la música de Antón García Abril. Este hombre ha sido un genio de la música, y su amplio abanico va desde lo más culto a lo más popular, pero siempre con muchísima dignidad en todo lo que hacía.
Particularmente, ese tema de El hombre y la tierra o el de Anillos de oro, me acompañaron durante la niñez, esa época donde todo te marca profundamente. En concreto, el tema de cabecera de Anillos de oro, me recuerda, por la sensación de nostalgia profunda e incluso, ese impulso inevitable a las lágrimas, a la banda sonora de Verano del 42.
Gloria bendita, y muchas gracias a este hombre.