Diría que tiene un arranque prometedor, con una historia y una ambientación que dan juego y con un Kellan Lutz, ¡no lo habría creído!, que aguanta el tipo y tira de la función. Luego, sencillamente, pienso que el director Shane Abbess lo arruina casi todo. Un tío malo, ¡muy malo! Al menos, el epílogo te da un pequeño subidón. Estupendas Isabel Lucas y la niña, Teagan Croft.

Film malogrado.