http://www.popularmechanics.com/scie...e/1227842.html
Mecánica Popular
11S: Desmontando mitos
Mecánica Popular examina las evidencias y consulta a los expertos para refutar las más persistentes teorías sobre el 11 de septiembre.
DESDE EL MOMENTO en que el primer avión se estrelló contra el World Trade Center el 11 de septiembre de 2001 el mundo se ha realizado una simple y persistente pregunta: ¿Como pudo pasar esto?
Tres años y medio más tarde, no todos están convencidos de que sabemos la verdad. Basta con ir a Google.com, teclear la frase "World Trade Center conspiracy" conseguirá enlaces a aproximadamente 628.000 páginas Web. Han sido publicados más de 3000 libros sobre el 11S; muchos de ellos rechazan la versión oficial de que los secuestradores asociados con Osama bin Laden y Al Qaeda se hicieran con el control de los aviones de pasajeros en los Estados Unidos.
Un sano escepticismo, al parecer, se ha transformado en paranoia. Los cuentos conspiranoicos se venden diariamente en Internet, la radio y en otros medios. Fotos borrosas, citas tomadas fuera de contexto e incompletas declaraciones de testigos han inspirado un montón de complicadas teorías: un misil impactó contra el Pentágono; el World Trade Center fue destruido por bombas de demolición; el Vuelo 93 fue derribado por un misterioso avión blanco. Aunque estas afirmaciones pueden sonar extravagantes, son cada vez más aceptadas en el extranjero y entre los extremistas aquí en los Estados Unidos.
Para investigar las 16 afirmaciones más comunes entre los teóricos de las conspiraciones, Mecánica Popular reunió a un equipo de investigadores y periodistas que junto con los editores de Mecánica Popular consultaron a más de 70 profesionales en los campos relacionados con esta revista, incluyendo aviación, ingeniería y el ejército.
Al final, somos capaces de desmontar cada una de esas afirmaciones con pruebas definitivas y una sana dosis de sentido común. Nos dimos cuenta de que algunas de esas teorías están basadas en algo tan peregrino como los errores periodísticos que tuvieron lugar durante aquel caótico día. Otras son los subproductos de imaginaciones cínicas que pretenden inyectar la sospecha y la controversia en el debate público. Sólo contrastando esas venenosas afirmaciones con hechos irrefutables podemos entender lo que realmente sucedió un día que será siempre recordado en la historia del mundo. - los REDACTORES
LOS AVIONES
La ampliamente aceptada idea de que los secuestradores se hicieron con el control y son los responsables de los cuatro impactos de aviones durante el 11S aparece apoyada por pruebas, desde grabaciones de las cabinas y pruebas forenses hasta el hecho de que los tripulantes y los pasajeros nunca volvieron a casa. Sin embargo, los teóricos de las conspiraciones aprovechan un puñado de "hechos" para argumentar un guión muy diferente: Los aviones estrellados en Nueva York y Washington, D.C., no eran aviones comerciales, dicen, pero todavía añaden que quizás eran aviones para repostaje de combustible o misiles teledirigidos. ¿Y la ausencia de intervención militar? Los teóricos proclaman que demuestra que el gobierno estadounidense instigó el asalto o permitió que esto pudiera ocurrir por intereses petrolíferos o de agenda de guerra.
¿Dónde está el contenedor?
Afirmación: Las fotografías y la grabación de vídeo justo antes de que el Vuelo 175 de United Airlines impactase contra la Torre Sur del World Trade Center (WTC) muestran un objeto bajo el fuselaje en la base del ala derecha. El video "911 In Plane Site" y el Sitio Web LetsRoll911.org afirman que no hay ningún objeto así en un Boeing 767. Especulan que este "contenedor militar" es un misil, una bomba o un tanque adicional para repostaje. Señalan esto como la prueba de que los ataques fueron un trabajo interno sancionado por el Presidente George Bush, que planeó el 11S.
HECHO: Uno de las más claras y ampliamente difundidas imágenes del contenedor fue tomada por el fotógrafo Rob Howard y publicada en la revista de Nueva York y en otra parte (en portada). Mecánica Popular envió una exploración digital de la foto original a Ronald Greeley, director del Laboratorio de Fotografía Espacial de la Universidad del Estado de Arizona. Greeley es un experto en el análisis de imágenes para determinar forma y rasgos de las formaciones geológicas basándose en sombras y efectos de luz. Tras estudiar la imagen en alta resolución y compararla con fotografías de Boeing 767-200ER, Greeley desmintió la idea de que la foto de Howard revelase "un contenedor". De hecho, la foto revela sólo el lateral derecho del Boeing, un resalte pronunciado en el entronque del ala que contiene el tren de aterrizaje. Concluye que la luz del sol que destella de los laterales le dio un aspecto exagerado. "Ese reflejo causa un aclaramiento (ampliación) sobre la película," escribe en un correo electrónico, "que tiende a ser amplificado en versiones digitales de imágenes - los pixeles son saturados y tienen a 'desbordarse' hacia los pixeles adyacentes. " Interrogado sobre contenedores adosados a aviones civiles, Fred E. Culick, profesor de aeronáutica del Instituto Tecnológico de California, dio una respuesta más que contundente: "eso es caca de la vaca. Se están realmente pasando."
Afirmación: Ningún caza despegó de ninguna de las 28 bases de la Fuerza Aérea dentro de las cercanías de los cuatro vuelos secuestrados. "El 11 de septiembre la base de Andrews tenía dos escuadrones de cazas con la misión de proteger el cielo de Washington D.C.," dicen en la página Web emperors-clothes.com "No hicieron su trabajo. " "Solo hay una explicación para esto," escribe Mark R. Elsis de StandDown.net. "Ordenaron a Nuestra Fuerza Aérea que no hiciese nada el 11S. "
HECHO: El 11S había solo 14 cazas en alerta en 48 estados. Ninguna red informática ni de alarma alertó automáticamente al Comando Norteamericano de Defensa Aérea (NORAD) sobre ningún avión desaparecido. "Tuvieron (El control civil de tráfico aéreo, o ATC) que descolgar el teléfono y literalmente llamarnos," dice el Mayor Douglas Martin, funcionario del NORAD.
El Centro de Boston, una de las 22 instalaciones regionales de la Federal Aviation Administration (FAA) llamó al sector de defensa aérea del Noreste del NORAD (NEADS) al menos en tres ocasiones: a las 8:37 para informar al NEADS de que el vuelo 11 había sido secuestrado; a las 9:21 para informar a la agencia, erróneamente, de que el vuelo 11 había sido llevado a Washington (el avión colisionó con la Torre Norte 35 minutos antes); y a las 9:41 AM para (erróneamente) identificar al vuelo 1989 de Delta Airlines desde Boston como posible víctima de un secuestro. El ATC de New York llamó al NEADS a las 9:03 AM para informar de que el vuelo 175 había sido secuestrado (al mismo tiempo que el avión era estrellado conta la Torre Sur). En los minutos transcurridos desde la primera llamada desde el Centro de Boston, el NEADS envió dos cazas F-15 desde la base de la Fuerza Aérea de Otis en Falmouth, Massachusetts, y tres cazas F-16 desde la base aérea de la Guardia Nacional de Langley en Hampton, Virginia. Ninguno de esos cazas llegó a estar cerca de los aviones secuestrados.
¿Por qué no fue capaz el ATC de encontrar los aviones secuestrados? Por que los secuestradores desconectaron los transponders, que emiten señales de identificación, el ATC tiene que buscar entre 4.500 marcas de radar a través de algunos de los más transitados corredores aéreos. ¿Y los sofisticados radares del NORAD? Rodean el continente, buscando fuera las amenazas, no en el interior. "Es como un donut", dice Martin. "No hay cobertura en el medio." Antes del 11S los vuelos con origen en los Estados no estaban considerados como posibles amenazas y el NORAD no estaba preparado para realizar su seguimiento.
Las ventanas del vuelo 175
Afirmación: El 11 de septiembre, FOX News emitió una entrevista en directo con el empleado de FOX Marc Birnbach. 911inplanesite.com dice que "Bernback" vio el avión "chocar contra la Torre Sur." "Definitivamente no parecía un avión comercial," dijo Birnbach en directo. "No vi ventanas en los laterales."
Provisto de fotografías y vídeos del vuelo 175 que carecen de resolución suficiente para que se vean las ventanas, la afirmación de Birnbach ha alimentado una de las más ampliamente referenciadas teorías conspiranoicas, concretamente la de que contra la Torre Sur colisionó un avión militar de carga o un avión de repostaje de combustible.
HECHO: Birnbach, que era un cámara freelance en FOX News por aquel tiempo, explicó a Mecánica Popular que el estaba a más de dos millas al sureste del World Trade Center, en Brooklyn, cuando brevemente vio pasar un avión. Dijo que, de hecho, no vio el avión impactar contra la Torre Sur; solo escuchó la explosión.
Mientras dirigía una investigación de la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias (FEMA) sobre el colapso de las torres gemelas, W. Gene Corley estudió los restos del avión. Es un Ingeniero de Estructuras propietario de Construction Technology Laboratories, una empresa de consulting establecida en Skokie, Illinois. Corley y su equipo fotografiaron los restos del avión entre los escombros de las Torres Gemelas, incluyendo un fragmento de fuselaje con ventanillas de pasajero. "Un avión de la United Airlines impactó contra la segunda Torre," establece Corley. Revisando fotografías tomadas por el equipo de ABC News, Corley fue capaz de establecer la trayectoria de los restos que estudió, incluyendo una parte del tren de aterrizaje y una parte de un motor, durante su caída de la Torre Sur, despedidos desde la cara Norte y descendiendo.
ILUSTRACION: Ventanilla de pasajero en un fragmento del fuselaje del vuelo 175. FOTOGRAFÍA DE WILLIAM BAKER/FEMA.
Intercepciones no rutinarias
Afirmación: "Han existido procedimientos operativos estándar durante décadas para interceptar inmediatamente cualquier avión fuera de ruta que no respondiese a los comunicados de los controladores aéreos,"dice la página web oilempire.us. "Cuando la Fuerza Aérea hace despegar un caza para realizar una intercepción, usualmente alcanza al avión en cuestión de minutos."
HECHO: En la década anterior al 11S, el NORAD tan solo interceptó un avión civil sobre Norteamérica: el avión del golfista Payne Stewart, en octubre de 1999. Con sus pasajeros y tripulación inconscientes a causa de una descompresión de la cabina, el avión perdió el contacto por radio pero mantuvo la señal del transponder hasta que se estrelló. Incluso así, un caza F-16 empleó una hora y 22 minutos para alcanzar al avión fuera de control. Las reglamentaciones vigentes antes y durante el 11S prohibían vuelos supersónicos de intercepción. Previamente al 11S, todas las anteriores intercepciones del NORAD se limitaron a las zonas costeras de las Zonas de Identificación de la Fuerza Aérea (ADIZ)," explicó a la revista Mecánica Popular el portavoz de la FAA Bill Schuman. Despues del 11S, el NORAD y la FAA incrementaron la cooperación, estableciendo líneas directas de comunicación entre los centros de mando de NORAD y ATC, según funcionarios de ambas agencias. El NORAD ha incrementado también la cobertura de los cazas y ha instalado radares para monitorizar el espacio aéreo sobre el continente.
EL WORLD TRADE CENTER
El colapso de las Torres Gemelas del World Trade Center (y de la más pequeña WTC 7 unas pocas horas después) inicialmente sorprendió incluso a algunos expertos. Posteriores estudios muestran que la integridad estructural de las Torres gemelas fue destruida por el intenso fuego así como por los graves daños producidos por los impactos de los aviones. Esta explicación no ha satisfecho a los teóricos de las conspiraciones, que sostienen que los tres edificios fueron primero destruidos con explosivos y derribados mediante series de demoliciones controladas.
Daños generalizados
Afirmación: El primer avión secuestrado se estrelló entre los pisos 94 y 98 de la Torre Norte del World Trade Center; el segundo avión se estrelló entre los pisos 78 y 84 de la Torre Sur. El impacto y consiguiente incendio dejaron fuera de servicio los elevadores de ambos edificios. "Es IMPOSIBLE que el impacto del avión produzca semejantes daños generalizados 80 pisos más abajo," afirma un artículo en la página web del San Diego Independent Media Center (sandiego.indymedia.org). "Es OBVIO e IRREFUTABLE que OTROS EXPLOSIVOS FUERON DETONADOS en los niveles inferiores de la Torre en el mismo momento del impacto del avión."
HECHO: Según el informe preliminar de mayo de 2002 del Federal Emergency Management Agency (FEMA), un estudio más detallado será hecho público en la primavera de 2005 por el National Institute of Standards and Technology (NIST), dependiente del Departamento de Comercio de los EE.UU. El NIST compartió parte de sus conclusiones con la revista Mecánica Popular y permitió una entrevista con nuestro equipo de investigadores.
La investigación del NIST reveló que los fragmentos del avión alcanzaron los accesos de servicio en el centro de la Torre Norte, formando un conducto para la extensión del combustible inflamado que extendió la destrucción por el edificio. "Es difícil documentar la forma en que actuó el combustible," dice Forman Williams, colaborador del NIST y experto en combustión, "pero un combustible, atomizado y con fuente de ignición, estallará.
El combustible inflamado se extendió por los conductos de elevación inutilizando los ascensores y produciendo daños extensivos en los vestíbulos. El NIST cuenta con testimonios de testigos presenciales de que "algunos ascensores se cayeron" hasta el segundo piso. "Las puertas reventaron en el piso del vestíbulo y dejaron paso a las llamas que mataron a la gente," explica James Quintiere, profesor de ingeniería de la Universidad de Maryland y colaborador del NIST. Una observación similar es realizada en el documental francés "9/11" por Jules y Gedeon Naudet. Cuando Jules Naudet entró en el vestíbulo de la Torre Norte, minutos después de que fuese alcanzada por el impacto del avión, vio víctimas ardiendo, una escena que encontró demasiado horrible para filmarla.
Acero "fundido"
Afirmación: "Hemos sido engañados, "anuncia la página web AttackOnAmerica.net. "La primera mentira fue que el combustible del avión fue la causa del fallo estructural. Ningún queroseno puede producir suficiente temperatura para fundir el acero." El artículo estaba titulado "Prueba de la demolición controlada del World Trade Center".
HECHO: El combustible de aviación produce entre 800 y 1500°F (426 y 815°C) insuficientes para fundir el acero (2750°F-1510°C). Naturalmente, los expertos añaden que para que se produzca el colapso, la estructura de acero no es necesario que se funda, sino que es suficiente con que pierda parte de su resistencia estructural, lo que requiere una exposición a mucho menos calor. "Nunca he visto acero fundido en un incendio de un edificio," añade el jefe de bomberos retirado Vincent Dunn, autor de "El Colapso de Edificios Incendiados: Guia para la Seguridad". "Pero si que he visto cantidad de elementos de acero doblados, retorcidos, combados y sueltos. Lo que sucede es que el acero intenta dilatarse en varias direcciones, pero cuando no puede expandirse más rompe y resquebraja el hormigón que lo rodea."
"El acero pierde el 50% de su resistencia a 1100°F," observa el Ingeniero Farid Alfawakhiri del Instituto Americano de la Construción de Acero. "Y a 1800°F (982°C) es probable que resista menos del 10%." El NIST también cree que gran en parte el aislamiento contra incendios resultó afectado y permitió la exposición de las vigas de acero que estaban en la zona del impacto y fueron más vulnerables al calor.
Pero el combustible de los aviones no fue la única cosa que ardió, observó Forman Williams, profesor de ingeniería de la Universidad de California, San Diego, y uno de los siete Ingenieros de Estructuras y expertos en incendios que fueron consultados por la revista Mecánica Popular. Afirma que mientras el combustible de los aviones fue el catalizador de los incendios de las Torres, el infierno resultante se intensificó con los materiales combustibles que había en los edificios, incluyendo telas, cortinas, muebles y papel. El informe establece que la temperatura alcanzó los 1832°F (1000°C).
"El fuel de los aviones fue la fuente de la ignición", contó Williams a Mecánica Popular. "Puede arder durante 10 minutos, y (las torres) seguían ardiendo después de los 10 minutos. Fueron los restantes materiales combustibles los responsables de la transferencia de calor que eventualmente causó el derrumbe."
Bocanadas de polvo
Afirmación: Al colapsarse cada torre, claramente visibles nubes de polvo y fragmentos salieron despedidas de los laterales de los edificios. Un anuncio en el New York Times del libro Painful Questions: Un análisis de los ataques del 11S afirma que: "Las nubes de polvo expulsadas de los edificios no se producen por un colapso normal. Proceden de explosiones." Numerosos teóricos de la conspiración citan a Van Romero, un experto en explosivos y vicepresidente del Instituto de Nuevo México de Minería y Tecnología, que fue referenciado el 11S por el Albuquerque Journal diciendo "había varios dispositivos explosivos dentro de los edificios que provocaron el colapso de las torres." El artículo continúa, "Romero dice que el colapso de las estructuras recuerda las implosiones controladas utilizadas para la demolición de viejas estructuras."
HECHO: Cuando cada torre comenzó a colapsarse, el peso de todas las plantas por encima de la zona colapsada comenzó a bajar con fuerza brutal sobre el último piso intacto. Incapaz de absorber la energía masiva, ese piso falla, transmitiendo las fuerzas al piso siguiente, y permitiendo que el colapso se propague a todo el edificio en una reacción en cadena. Los ingenieros lo llaman "pancaking," (chafado) y no requiere una explosión para comenzar, según David Biggs, Ingeniero de Estructuras de Ryan-Biggs Associates y miembro del equipo de la Asociación Americana de Ingenieros Civiles (ASCE) que trabajó en el informe del FEMA.
Al igual que todos los edificios de oficinas, las Torres Gemelas contenían un gran volumen de aire. Al chafarse, todo este aire (junto con hormigón y otros materiales pulverizados por la fuerza del colapso) fue expulsado con enorme energía. "Cuando se tiene una parte importante de los pisos colapsando, el aire y el polvo de hormigón salen disparados por la ventana," explica a Mecánica Popular el jefe de investigación del NIST Shyam Sunder. Esas nubes de polvo pueden dar la impresión de una demolición controlada, añade Sunder, "pero es el chafado de los pisos el que produce esa percepción."
Romero, el experto en demoliciones, cree que aquel comentario al Albuquerque Journal fue carnaza para los teóricos de las conspiraciones. "Me citaron mal al decir que yo pensaba que fueron explosivos los que echaron abajo el edificio," explica a Mecánica Popular. "Solo dije que era algo parecido."
Romero, que está de acuerdo con la conclusión científica de que el fuego provocó el colapso, demanda que el Journal se retracte. Fue impreso el 22 de septiembre de 2001. "Siento que mi reputación científica está amenazada." Pero emperors-clothes.com vio algo como esto: "el que financia el instituto de investigación de Romero es el Pentágono. Directa o indirectamente presionan a Romero, forzándole a retractarse de su apreciación inicial." Romero responde: "Los teóricos de las conspiraciones salen diciendo que el Gobierno me presiona. Esta es la cosa más alejada de la realidad. Esto ha sido como un pájaro dándome vueltas durante tres años."
Gráficas sísmicas
Afirmación: Los sismógrafos de la Universidad de Columbia del Observatorio Lamont-Doherty en Palisades, N.Y., distante 21 millas al Norte del World Trade Center, registraron datos de los sucesos del 11S. "Las mayores sacudidas fueron registradas al comienzo de los colapsos, antes de la caída de los escombros al suelo." afirma la página web WhatReallyHappened.com.
Un columnista de Prisonplanet.com, una página web con un show de radio de Alex Jones, afirma que los picos de la gráfica (zona marcada en gráfica 1) son "pruebas indiscutibles de que explosiones masivas echaron abajo" las Torres. La página web dice que su afirmación está apoyada por dos sismólogos del observatorio, Won-Young Kim y Arthur Lerner-Lam. Cada "pico de corta duración," dice Prisonplanet.com, era congruente con una "demolición por implosión."
HECHO: "No existe base científica que lleve a concluir que las torres fuesen derribadas por explosiones," Lerner-Lam explica a Mecánica Popular. "Esta representación de nuestro trabajo es categóricamente incorrecta y fuera de contexto."
El informe publicado por Lamont-Doherty incluye varios gráficos mostrando las lecturas sísmicas registradas de los aviones que impactan contra las dos torres así como el colapso posterior de ambos edificios. WhatReallyHappened.com decide mostrar tan sólo un gráfico (Gráfico 1), que muestra las lecturas sobre un período de 30 minutos.
En este gráfico, los colapsos de 8 y 10 segundos aparecen (distraidamente) como un par de sucesos repentinos. El gráfico de Lamont-Doherty de 40 segundos representando los mismos datos (Gráfico 2) ofrece una descripción más detallada de las ondas sísmicas - azul para la Torre Sur, rojo para la Torre Norte, comienzan de forma leve y progresivamente se van incrementando según los edificios se derrumban. Traducción: no hay bombas.
El colapso del edificio 7 del World Trade Center
Afirmación: Siete horas después de que las dos torres se derrumbasen, la torre WTC 7 de 47 pisos sufrió también un colapso. Según 911review.org: "el vídeo claramente muestra que no fue un colapso subsecuente a un fuego, sino más bien una demolición controlada: entre los investigadores de Internet se acepta esto."
HECHO: Muchos teóricos de conspiraciones señalan al informe preliminar del FEMA, indicando que había daños relativamente bajos del WTC 7 antes de su colapso. Con la ventaja de más tiempo y recursos, los investigadores del NIST apoyan actualmente la hipótesis de trabajo de que el WTC 7 estuvo mucho más comprometido por la caída de escombros de lo que el informe del FEMA indicó. "La cosa más importante que encontramos consistía en que había, de hecho, daños en la cara Sur del edificio 7, "Sunder del NIST explica a Mecánica Popular. "Aproximadamente un tercio de la fachada frente al centro y hasta el fondo - aproximadamente 10 pisos - aproximadamente el 25 por ciento de la profundidad del edificio resultaron afectados. " El NIST también descubrió daños antes indocumentados que afectaron al WTC 7 en pisos superiores y en su esquina sudoeste.
Los investigadores de NIST creen que una combinación de fuego intenso y severos daños estructurales contribuyeron al colapso, aunque la asignación de la exacta proporción de la causa requiera mayor investigación. Pero el análisis del NIST sugiere que la caída de WTC 7 fue un ejemplo "de colapso progresivo," un proceso en el cual el fallo de partes de una estructura al final traslada los esfuerzos que causan que el edificio entero se desplome. El Video de la caída del WTC 7 muestra grietas en la fachada del edificio justo antes de que los dos áticos desapareciesen entre la estructura, uno tras otro. El edificio entero se cayó sobre sí mismo, con la cara este de la estructura empujando la del lado Oeste en un colapso diagonal.
Según el NIST, existió una causa primaria para el fallo de la estructura del edificio: por un diseño inusual, la columna junto a las grietas visibles soportaba cargas excepcionalmente grandes, rondando los aproximadamente 2000 pies cuadrados de superficie de suelo para cada planta. "Lo que nuestro análisis preliminar ha mostrado es que si se elimina solamente una columna en uno de los pisos inferiores," observa Sunder, "esto podría causar una progresión vertical del colapso de modo que la sección entera se desplome. "
Hay todavía otros dos posibles factores añadidos bajo investigación:
Primero, los entramados sobre los pisos quinto y séptimo fueron diseñados para transferir cargas de un conjunto de columnas a otro. Con columnas de la cara sur aparentemente dañadas, altos esfuerzos habrían sido probablemente transmitidos a las columnas sobre las otras caras del edificio, excediendo sus capacidades de resistencia.
Segundo, un fuego en la quinta planta ardió durante 7 horas. "No había extinción del fuego en la WTC 7," dice Sunder. Los investigadores creen que el fuego fue alimentado por los tanques del gasóleo ya que muchos arrendatarios usaban generadores de emergencia. La mayor parte de los tanques en todas partes del edificio eran bastante pequeños, pero un generador en la quinta planta estaba conectado con un tanque grande en el sótano mediante una tubería presurizada. Dice Sunder: "nuestra hipótesis de trabajo actual es que esta línea presurizada suministró combustible [al fuego] durante un período largo de tiempo."
El WTC 7 podría haber soportado los daños que recibió, o el fuego que hubo durante horas, pero estos factores combinados - junto con la inusual construcción del edificio - fueron bastante para permitir el colapso por reacción en cadena.
EL PENTAGONO
A las 9:37 AM del 11 de septiembre, 51 minutos después de que el primer avión fuese estrellado contra el World Trade Center, el Pentágono fue atacado de forma similar. Aunque docenas de testigos vieron que un Boeing 757 impactaba contra el edificio, los defensores de la conspiración insisten en que hay pruebas de que un misil u otra cosa diferente del avión impactase en el Pentágono.
ATAQUE AL CENTRO DE OPERACIONES: Tomado tres días después de l1S, esta foto muestra los daños del Pentágono, consecuente con un accidente de avión. FOTOGRAFÍA DEL DEPARTAMENTO DE DEFENSA
Avión grande, agujero pequeño.
Afirmación: En el Pentágono eran visibles dos agujeros inmediatamente después del ataque: uno de 75 pies (amplio agujero de entrada en la pared exterior del edificio), y uno de 16 pies (amplio agujero en el Anillo C, el anillo medio del Pentágono). Los teóricos de la conspiración proclaman que ambos agujeros son demasiado pequeños para haber sido producidos por el impacto de un Boeing 757. "Como puede ser que un avión de 125 pies de ancho y 155 pies de largo quepa en un agujero de sólo 16 pies?" pregunta reopen911.org, un Sitio Web "dedicado al descubrimiento de la verdad de lo que realmente ocurrió el 11 de septiembre de 2001. "
La verdad es lo de menos para el escritor francés Thierry Meyssan, de cuyas infundadas aseveraciones incluso se alimentan medios de comunicación europeos y de Oriente Medio. En su libro La Gran Mentira, Meyssan concluye que un misil teledirigido por satélite impactó contra el Pentágono (una parte de un complicado golpe militar estadounidense). "Este ataque," escribe él, "sólo pudo ser perpetrado por personal militar de los Estados Unidos contra otros militares estadounidenses. "
HECHO:
Cuando el Vuelo 77 de American Airlines impacta contra la pared exterior del Pentágono, Anillo E, formó un agujero de aproximadamente 75 pies, según el Informe de la Construcción del Pentágono ASCE. La fachada exterior sufrió un colapso aproximadamente 20 minutos después del impacto, pero ASCE ha basado sus medidas del agujero original en el número de columnas principales de la primera planta que resultaron destruidas o dañadas. Las simulaciones informáticas confirmaron las conclusiones.
¿Por qué el hueco no era tan amplio como un 757 de 124 pies de envergadura? Un motor completo no perfora una silueta igual como en una historieta de dibujos animados en un edificio de hormigón armado, dice el miembro del equipo de ASCE Mide Sozen, profesor de ingeniería estructural en la Universidad Purdue. En este caso, una ala golpea la tierra; la otra fue seccionada de por la fuerza del impacto con las columnas principales del Pentágono, explica Sozen, especializado en el comportamiento de edificios de hormigón. Lo que quedó del avión fluyó entre la estructura en un estado más parecido a un líquido que a una masa sólida. "Si usted esperaba que el ala entera cortase el edificio," cuenta Sozen a Mecánica Popular, "no sucedió."
El agujero del Anillo C era de 12 pies. no de 16 pies. El ASCE concluye que fue producido por el impacto del tren de aterrizaje del avión, no por el fuselaje.
LA VERDAD DEL AGUJERO: el tren de aterrizaje del vuelo 77 perforó un agujero de 12 pies. agujero en el Anillo C del Pentágono. FOTOGRAFÍA DEL DEPARTAMENTO DE DEFENSA
Ventanas intactas
Afirmación: Muchas ventanas del Pentágono permanecieron de una pieza, incluso aquellas que estaban encima del punto de impacto del Boeing 757. Pentagonstrike.co.uk, una animación online ampliamente difundida en los Estados Unidos y en Europa, proclama que las fotografías mostrando "ventanas intactas" precisamente encima del lugar del impacto demuestran que fue "un misil" "o un aparato mucho más pequeño que un 757" lo que impactó contra el Pentágono.
HECHO: Algunas ventanas cerca del área de impacto sobrevivieron efectivamente al choque. Pero esto es lo que las ventanas se suponía que debían hacer, eran resistentes a impactos.
"Una ventana resistente a impactos debe ser diseñada para oponerse a una fuerza considerablemente mayor que un huracán que la golpea instantaneamente," dice Ken Hays, vicepresidente ejecutivo de Masonry Arts, the Bessemer, Ala., la compañía que diseñó, fabricó e instaló las ventanas del Pentágono. Unas fueron golpeadas por las paredes durante la colisión y el colapso posterior del anillo externo. "No fueron diseñadas para recibir la fuerzas sísmicas," observa Hays. "Fueron diseñadas para absorber una presión hacia adentro producida por una explosión, cosa que por lo visto hicieron: [Antes del colapso] las persianas estaban todavía normalmente detrás del cristal de la ventana."
Restos del vuelo 77
Afirmación: los teóricos de la conspiración insisten en que no había ningunos restos de avión en el Pentágono. "En realidad el Boeing 757 nunca fue encontrado," reclama pentagonstrike.co.uk, con el interrogante "¿Que impactó contra el Pentágono el 11S?"
HECHO: El experto en explosiones Allyn E. Kilsheimer fue el primer ingeniero de estructuras que llegó al Pentágono después de la colisión y ayudó a coordinar las actuaciones de emergencia. "Fue un avión, y le diré por qué," dice Kilsheimer, el presidente del KCE Structural Engineers PC, Washington, D.C. "Yo vi las marcas del ala del avión en la fachada del edificio. Recogí fragmentos del avión con el logotipo de la línea aérea sobre ellos. Sostuve en mi mano una sección de la cola del avión, y encontré la caja negra. " El testimonio de Kilsheimer como testigo visual es confirmado por las fotos de los restos del avión dentro y fuera del edificio. Kilsheimer añade: "tuve en mis manos pedazos de los uniformes de los miembros de la tripulación, incluyendo partes del cuerpo. ¿Es suficiente? "
VUELO 93
Las grabaciones de cabina indican que los pasajeros del vuelo 93 atacaron en grupo a sus secuestradores, lo que provocó la caída del avión cerca de Shanksville, en el sudoeste de Pennsylvania. Pero los teóricos de las conspiraciones afirman que el Vuelo 93 fue destruido por un misil de guia térmica procedente de un F-16 o de un misterioso avión blanco. Algunos teóricos añaden las más rebuscadas ideas: ningún terrorista estaba a bordo, o que los pasajeros fueron drogados. La más salvaje es la de los "bumble planes", que sostiene que los pasajeros de los Vuelos 11, 175 y 77 fueron embarcados en el Vuelo 93 y así entonces el gobierno estadounidense podría haberlos matado.
El avión blanco
Afirmación: Al menos seis testigos dicen haber visto un pequeño avión blanco volando a baja altura sobre el área del accidente después de que el vuelo 93 se estrellase. BlogD.com divaga con que el avión fue derribado por "o un misil disparado desde un avión de la Fuerza Aérea o bien por un ataque electrónico realizado por un avión de Aduanas estadounidense que fue visto cerca de la zona de impacto después de que el Vuelo 93 se estrellase." WorldNetDaily.com interviene: "los que vieron este avión volando bajo (...) contaron su historia a los periodistas. Poco después, el FBI comenzó a atacar a los testigos con quizás la más necia desinformación que ha habido - decir a los testigos que observaron un jet privado a 34,000 pies. El FBI dice que solicitaron al jet que descendiese hasta los 5000 pies e intentase localizar el lugar del accidente. Esto requeriría un descenso de aproximadamente 20 minutos."
HECHO: Había tal avión en las cercanías - un Dassault Falcon 20 comercial propiedad de VF Corp. de Greensboro, N.C., una compañía de ropa tejana que comercializa Wrangler y otras marcas. El avión de VF volaba hacia el aeropuerto Johnstown-Cambria, 20 millas al norte de Shanksville. Según David Newell, el director de aviación y viajes de VF, el Centro de Cleveland del FAA se puso en contacto con el copiloto Yates Gladwell cuando el Falcón se encontraba a una altitud "en torno a 3000 o 4000 pies." "Estaban descendiendo para entrar en el Johnstown," añade Newell. "El FAA les pidió investigar y ellos lo hicieron. Descendieron a 1500 pies y dieron varias vueltas. Observaron un agujero en el suelo del que salía humo. Señalaron la posición y luego prosiguieron. ". Consultado por Mecánica Popular, Gladwell confirmó este punto, pero, preocupado por el acoso que sufría por parte de los teóricos de la conspiración, solicitó no ser citado directamente.
Motor Errante
Afirmación: Uno de los motores del Vuelo 93 fue encontrado "a una distancia considerable del lugar del accidente," según Lyle Szupinka, un policía estatal en el lugar que fue citado en la Pittsburgh Tribune-Review. No ofreciendo prueba alguna, un mensaje en Rense.com dice que: "el cuerpo del motor (...) fue encontrado a millas de distancia de la zona principal de los restos con daños comparables a los que un misil de guía térmica produciría a un avión de pasajeros. "
HECHO: Expertos en el lugar explicaron a Mecánica Popular que una turbina de uno de los motores fue recuperada en un estanque, colina abajo del lugar del accidente. Jeff Reinbold, el representante del Servicio del Parque Nacional responsable del Monumento Nacional Conmemorativo al Vuelo 93, confirma la dirección y la distancia desde el sitio del accidente a la cuenca: unas 300 yardas al Sur, lo que significa que la turbina tocó el suelo en la dirección en la que el avión viajaba. "No es insólito para un motor moverse o rebotar sobre el suelo," dice Michael K. Hynes, un experto de accidentes aéreos que investigó el accidente del Vuelo 800 de la TWA en la Ciudad de Nueva York en 1996. "Cuando hay velocidades muy altas, de 500 millas por hora o más," dice Hynes, "hablamos de aproximadamente 700 a 800 pies por segundo. Si algo impacta contra el suelo con esa cantidad de energía, sólo tardaría unos segundos en saltar 300 yardas. " Los numerosos analistas de accidentes con los que se ha puesto en contacto Mecánica Popular coinciden.
Lago indio
Afirmación: "Residentes y trabajadores de fuera de Shanksville, Somerset County, relataron el descubrimiento de ropa, libros, papeles y lo que parecían ser restos humanos," declara un artículo de Pittsburgh Post-Gazette fechado el 13 de septiembre de 2001. "Otros dijeron que parecian ser restos del accidente flotando en el Lago Indio, a casi 6 millas de la zona inmediata del accidente. " Comentando los informes de que los residentes del Lago Indio recogieron restos del avión, ThinkAndAsk.com especula: "el 10 de septiembre de 2001, un fuerte frente frío pasó a traves de la zona, y tras el los vientos soplaron del norte. Ya que el Vuelo 93 se estrelló al Oeste-sudoeste del Lago Indio, era imposible para los fragmentos volar perpendicularmente a la dirección del viento.... El FBI mintió. ¿" Y la importancia de la extensión de los fragmentos? Los teóricos dicen que el avión se fragmentó antes de estrellarse. TheForbiddenKnowledge.com declara sin rodeos: "Sin duda. El Vuelo 93 fue derribado."
HECHO: Wallace Miller, el juez de primera instancia de Somerset County, explicó a MEcánica Popular que ningún resto humano fue encontrado en el Lago indio. Los restos humanos estaban en un área de 70 acres alrededor del lugar del accidente. Restos de papel y diminutos fragmentos de metal, sin embargo, aterrizaron realmente en el lago. "Los fragmentos muy ligeros volaron por el aire, debido al impacto," dice el antiguo investigador de la Agencia Nacional de Seguridad del Transporte (NTSB) Matthew McCormick. El Lago Indio está a menos de 1.5 millas al sureste del cráter del impacto - no a 6 millas - fácilmente dentro del rango de fragmentos lanzados al aire por el calor de la explosión del impacto. Y el viento ese día era del noroeste, de 9 a 12 millas por hora, lo que significa que soplaba del noroeste - hacia el Lago Indio.
Mapa de International Mapping
Piloto de F-16
Afirmación: En febrero de 2004, Coronel retirado de Ejército. Donn de Grand-Pre dijo en "el Espectáculo de Alex Jones," un programa de entrevistas de radio transmitido en 42 estaciones: "[el Vuelo 93] fue echado abajo por la Guardia Aérea de Dakota del Norte. Conozco al piloto que lanzó aquellos dos misiles para derribar al 93. ". LetsRoll911.org, citando a Grand-Pre, identifica al piloto: "el comandante Rick Gibney lanzó dos misiles Sidewinder al avión y lo destruyó exactamente a las 0958."
HECHO: Diciendo que estaba poco dispuesto a alimentar el debate respondiendo a cuestiones sin fundamento alguno, Gibney (un teniente coronel, no un comandante) declinó realizar comentarios. Según el portavoz de la Guardia Nacional del Aire, el Sargento David Somdahl, Gibney voló con un F-16 esa mañana, pero no cerca de Shanksville. Salió de Fargo, N.D., y voló a Bozeman, Mont., para recoger a Ed Jacoby junior, el director de la Oficina de Dirección de Emergencias del Estado de Nueva York. Gibney entonces llevó a Jacoby desde Montana a Albany, Nueva York, así Jacoby podría coordinar a los 17,000 trabajadores de rescate que fueron precisos a consecuencia del 11S. Jacoby confirma los acontecimientos del día. "Yo estaba en Big Sky para una reunión de responsables de emergencias. Alguien llamó para decir que un F-16 aterrizaba en Bozeman. Desde allí volamos a Albany. " Jacoby se siente ultrajado por la afirmación de que Gibney derribó el Vuelo 93. "Sumariamente desmiento esto porque el Teniente Coronel Gibney estaba entonces conmigo. Me repugna ver esto porque la gente está siendo engañada. Más que nada esto me repugna porque fomenta miedos. Fomenta ansiedad, y todo tipo de sentimientos, no sólo a las familias de las víctimas, sino a todos los individuos de todo el país, y del mundo en realidad. Me enfada la desinformación de ahí fuera."
Mecánica Popular consultó a más de 300 expertos y organizaciones en su investigación de las teorías conspiranoicas sobre el 11S. Los siguientes son los más relevantes.
Air Crash Analysis
Cleveland Center regional air traffic control
Bill Crowley special agent, FBI
Ron Dokell president, Demolition Consultants
Richard Gazarik staff writer, Pittsburgh Tribune-Review
Yates Gladwell pilot, VF Corp.
Michael K. Hynes, Ed.D.,
ATP, CFI, A&P/IA president, Hynes Aviation Services; expert, aviation crashes
Ed Jacoby Jr. director,
New York State Emergency Management Office (Ret.); chairman, New York State Disaster Preparedness Commission (Ret.)
Johnstown-Cambria County Airport Authority
Cindi Lash staff writer, Pittsburgh Post-Gazette
Matthew McCormick manager, survival factors division, National Transportation Safety Board (Ret.)
Wallace Miller coroner, Somerset County, PA
Robert Nagan meteorological technician, Climate Services Branch, National Climatic Data Center
Dave Newell director, aviation and travel, VF Corp.
James O’Toole politics editor, Pittsburgh Post-Gazette
Pennsylvania State Police Public Information Office
Jeff Pillets senior writer,
The Record, Hackensack, NJ
Jeff Rienbold director, Flight 93 National Memorial, National Park Service
Dennis Roddy staff writer, Pittsburgh Post-Gazette
Master Sgt. David Somdahl public affairs officer,
119th Wing, North Dakota
Air National Guard
Mark Stahl photographer; eyewitness, United Airlines Flight 93 crash scene
Air Defense
Lt. Col. Skip Aldous (Ret.) squadron commander,
U.S. Air Force
Tech. Sgt. Laura Bosco public affairs officer,
Tyndall Air Force Base
Boston Center regional air traffic control
Laura Brown spokeswoman,
Federal Aviation Administration
Todd Curtis, Ph.D. founder, Airsafe.com; president, Airsafe.com Foundation
Keith Halloway public affairs officer, National Transportation Safety Board
Ted Lopatkiewicz director, public affairs, National Transportation Safety Board
Maj. Douglas Martin public affairs officer,
North American Aerospace Defense Command
Lt. Herbert McConnell public affairs officer,
Andrews AFB
Michael Perini public affairs officer, North American Aerospace Defense Command
John Pike director, GlobalSecurity.org
Hank Price spokesman, Federal
Aviation Administration
Warren Robak RAND Corp.
Bill Shumann spokesman,
Federal Aviation Administration
Louis Walsh public affairs officer, Eglin AFB
Chris Yates aviation security editor, analyst, Jane’s Transport
Aviation
Fred E.C. Culick, Ph.D., S.B., S.M. professor of aeronautics, California Institute of Technology
Robert Everdeen public affairs, Northrop Grumman
Clint Oster professor of public and environmental affairs, Indiana University; aviation safety expert
Capt. Bill Scott (Ret. USAF) Rocky Mountain bureau chief, Aviation Week
Bill Uher News Media Office, NASA Langley Research Center
Col. Ed Walby (Ret. USAF)
director, business development, HALE Systems Enterprise, Unmanned Systems, Northrop Grumman
Image Analysis
William F. Baker member, FEMA Probe Team; partner, Skidmore, Owings, Merrill
W. Gene Corley, Ph.D., P.E., S.E. senior vice president, CTL Group; director,
FEMA Probe Team
Bill Daly senior vice president, Control Risks Group
Steve Douglass image analysis consultant, Aviation Week
Thomas R. Edwards, Ph.D. founder, TREC; video forensics expert.
Ronald Greeley, Ph.D. professor of geology, Arizona State University
Rob Howard freelance photographer; WTC eyewitness
Robert L. Parker, Ph.D. professor of geophysics,
University of California, San Diego
Structural Engineering / Building Collapse
Farid Alfawakhiri, Ph.D. senior engineer, American Institute of Steel Construction
David Biggs, P.E. structural engineer, Ryan-Biggs Associates; member, ASCE team for FEMA report
Robert Clarke structural engineer, Controlled Demolitions Group Ltd.
Glenn Corbett technical editor, Fire Engineering; member, NIST advisory committee
Vincent Dunn deputy fire chief (Ret.), FDNY; author, The Collapse Of Burning Buildings: A Guide To Fireground Safety
John Fisher, Ph.D. professor of civil engineering, Lehigh University; professor emeritus, Center for Advanced Technology; member, FEMA Probe Team
Ken Hays executive vice president, Masonry Arts
Christoph Hoffmann, Ph.D. professor of computer science, Purdue University; project director, September 11 Pentagon Attack Simulations Using LS-Dyna, Purdue University
Allyn E. Kilsheimer, P.E.
CEO, KCE Structural Engineers PC; chief structural engineer, Phoenix project; expert in blast recovery, concrete structures, emergency response
Won-Young Kim, Ph.D. seismologist, Lamont-Doherty Earth Observatory, Columbia University
William Koplitz photo desk manager, FEMA
John Labriola freelance photographer, WTC survivor
Arthur Lerner-Lam, Ph.D. seismologist; director,
Earth Institute, Center for Hazards and Risk Research, Columbia University
James Quintiere, Ph.D. professor of engineering, University of Maryland member, NIST advisory committee
Steve Riskus freelance photographer; eyewitness, Pentagon crash
Van Romero, Ph.D. vice president, New Mexico Institute of Mining and Technology
Christine Shaffer spokesperson, Viracon
Mete Sozen, Ph.D., S.E. Kettelhut Distinguished Professor of Structural Engineering, Purdue University; member, Pentagon Building Performance Report; project conception, September 11 Pentagon Attack Simulations Using LS-Dyna, Purdue University
Shyam Sunder, Sc.D.
acting deputy director, lead investigator, Building and Fire Research Laboratory, National Institute of Standards and Technology
Mary Tobin science writer, media relations, Earth Institute, Columbia University
Forman Williams, Ph.D. professor of engineering, physics, combustion, University of California,
San Diego; member, advisory committee, National Institute of Standards and Technology