Creo que ya se mencionó en alguna ocasión (y es algo que yo ya he hecho en "el otro rincón") el dedicar un ciclo no a un director sino a una actriz o actor, por supuesto no completo (cosa imposible por diversos motivos), con alguna de sus películas más significativas.
Tenemos todavía muy metido en la cabeza el concepto de considerar al director como el alma mater de una película cuando, al menos en el cine clásico, muchas veces no era así.
O sea, LO QUE EL VIENTO SE LLEVÓ (1939) es más una película de David O. Seznick que de Victor Fleming.
Y volviendo al hilo de Hitchcock, espero mañana que ya estoy (¡por fin!) libre verme ALARMA EN EL EXPRESO y poder comentarla a continuación. Ojalá el comentario me salga a la altura de la (extraordinaria) calidad de la película, sin duda, una de las más deliciosas de su carrera.
Y la semana que viene con POSADA JAMAICA (de la que tenemos una excelente edición en
BD de la mano de A Contracorriente y primer contacto del director con el mundo de la escritora Daphne Du Maurier) finiquitamos su etapa británica...
- ¡hey, que todavía rodó dos películas más en territorio británico!
-
... lo que aprovecharé para hacer una versión abreviada del test Fletcher y así coger fuerzas para la descomunal tarea que nos espera con la revisión de la etapa norteamerica del director.
A ver si os animáis, queridos compañeros, que hay mucha tela que cortar. Imaginad lo que podemos contar sobre DE ENTRE LOS MUERTOS, CON LA MUERTE EN LOS TALONES, PSICOSIS, LOS PÁJAROS o MARNIE, LA LADRONA.
Ya me están entrando escalofríos...