Creo que no se ha citado uno que obtuvo gloria efímera. Fama que debió ser porque potenciaba unas intenciones de suspense tradicional sobre lo sanguinolento. Eso y, decían, un buen uso del sonido y la atmósfera.
MALEVOLENCE (2004) de Stevan Mena. Con saco y
bujeros cual fantasma y cual "Jason Voorhees" (o "The Town that Dreaded Sundown" si es que el director tenía mayor background). Pese a las supuestas virtudes citadas y que le aplicaban (hoy casi nadie recuerda el film), la peli sufría sus paupérrimos medios y no conseguía ni la buscada atmósfera, ni el ritmo pausado era subyugante si no soso e inoperante. Muy floja.
Mejor fue la secuela, BEREAVEMENT (2010), del mismo director y peor recibida, pero con algo -por fin- de densidad climática e imagineria visual perturbadora. Ya no había máscara (era una precuela, con el asesino aún en sus infantes años) y la historia era nada original, pero el film era superior en casi todo a su "prestigioso" antecedente y poseía un climax muy eficaz y poco complaciente, aunque era -por narración e historia- casi ineludible que fuera así. Por cierto, que la prota era la más famosilla ahora Alexandra Daddario.