Lo suscribo, estoy hasta los mismísimos de que el ¿fubol? ¿fumbol? ¿furbol? se apodere por completo de la actualidad, y lamento profundamente que los políticos lo incluyan entre sus declaraciones "cordiales" para granjearse las simpatías del público, mientras convocan ruedas de prensa donde dan su comunicado/mitin y se niegan a admitir preguntas.
Y me parece lamentable y bochornoso que la misma gente que se queda en casa apoltronada sin mover un dedo frente a las realidades sociopolíticas se eche a la calle para festejar los triunfos de un puñado de chulos millonarios, o que se gasten cientos de miles de euros en asistir a los partidos del mundial, cuando muchos de ellos no han tenido nunca antes la curiosidad para salir en su vida de su pueblo o ciudad.
Además, vivo fuera de España y acostumbro a descargarme algunos espacios de la radio en podcast, y estos días son como un huevo Kinder, porque "no sabes lo que te va a tocar", si el programa que querías oir de verdad o una retransmisión de un partido con locutores energúmenos y analfabetos saturando los micros.
Y, por si fuera poco, añado que odio los mecanismos de identificación colectiva que acompañan al futbol, odio los nacionalismos, y odio que la gente hable de la selección en primera persona del plural, como si jugaran en el equipo o el resultado nos atañera a todos sólo por compartir el accidente de haber nacido dentro de las mismas fronteras geográficas.
En cambio, me encanta el tenis (para verlo, no para jugarlo), pero también me importa una mierda la nacionalidad de los jugadores, tan sólo me interesa ver un buen partido.