Y se le nota amor por el personaje, un enorme disfrute de plasmarlo balanceándose entre edificios de la forma más icónica posible. Y con una mezcla de tonos que refleja perfectamente lo que se ve en los comics, donde no hay miedo de mezlar la diversión y ligereza con tramas dramáticas y problemas enormes para Peter.
Se echa mucho de menos ahora que tenemos una versión aséptica diseñada para desfilar por Disneylandia.