Yo reconozco que caí como un pardillo.
Y con Krell y Meridian nada menos. Monobloques, cables exóticos y B&W.
La
angustia de comprar
lo mejor para disfrutar de una afición que desemboca en otra afición muy distinta, (y de la que no deberíamos estar muy orgullosos, y menos los cristianos
)
Tengo en paralelo varios equipos. Si conecto un ampli a transistores de la época del canalillo, el lector Sony clásico de los 80, y los cables más guarreras directo a los altavoces...
... se oye lo mismo con un ahorro de más de 1 millón de pesetas.
Y si conecto el Onkyo que tengo como receptor al Pioneer 470 y los mismos cables guarrineich, sigo escuchando lo mismo. (Bueno, el Onkyo peor porque tiene 'hiss' al no estar muy bien blindado eléctricamente).
Para mi fue tan decepcionante el descubrimiento, que le he perdido el gusto. Ahora escucho mis discos en la cama, con un discman Sony y unos buenos auriculares. Y me concentro en lo que importa. En la música.
Espero que a alguno le pille a tiempo. Antes de excederse haciendo el canelo. (Como yo).