La tragedia del vuelo MH370, que según informaron ayer las autoridades malasias se estrelló en el océano Índico al oeste de Australia sin que ninguno de sus 239 pasajeros ni tripulantes pudiera sobrevivir, ha provocado la suspensión de una película australiano-tailandesa con un argumento que presentaba bastantes coincidencias con el drama del avión.

Los responsables del largometraje, titulado Deep Water (Aguas profundas) a la vista de los acontecimientos, han apreciado que no es el mejor momento para dar inicio al rodaje de la película, que actualmente se encuentra en fase de preproducción, dada la alta sensibilidad de la tragedia. De hecho, la productora Arclight Films comenzó a trabajar en la cinta precisamente el 8 de marzo, nada más conocerse la misteriosa desaparición del Boeing 777 en su trayecto desde Kuala Lumpur hasta Pekin.

Al parecer, el argumento de la película se basa en la historia de un vuelo que cubre la ruta entre Australia y China y termina estrellándose en el océano. Los supervivientes a la colisión deben luchar por salvar sus vidas al darse cuenta de que están a punto de hundirse en un profundo abismo, y de que están rodeados de inesperados peligros.

Aunque las coincidencias entre la historia y la realidad son vagas, en este caso los responsables de Deep Water han considerado prudente prolongar unos cuantos meses más la preproducción de la película antes de dar comienzo al rodaje. No obstante, la directora Alister Grierson ha confirmado que, pese a la difícil situación, el largometraje seguirá adelante y que su fecha prevista de estreno se mantendrá para dentro de dos años.

Deep Water es la secuela de una cinta de terror acerca del ataque de tiburones llamada Bait (Carnada) que ya en el año 2012 cosechó un importante éxito en China.