He estado pensando acerca de un hecho:
todos aquellos directores - autores que han tenido en su carrera un film especialmente querido , bien por debilidades personales o por la dificultad por levantar en alto el proyecto, han resultado ser fracasos, bien de crítica o bien de público, en sus filmografías.
Pongo varios ejemplos para demostrarlo:
Francis Ford Coppola, que no paró hasta conseguir rodar un musical a su gusto , Corazonada, en el que invirtió su fortuna y energía. Pues bien, el fracaso económico del film fue tal que mandó a Zoetrope ( su productora ), al limbo, y a él al borde de la ruina.
Otro caso es el de Scorsese, en este caso con Gangs of New York. Más de 20 años tratando de rodar un fresco sobre la Nueva York de finales del s. XIX, con sus bandas callejeras, resutló ser un producto demasiado denso para la taquilla ( a pesar de su lujoso cartel de estrellas , con Di Caprio y Cameron Díaz ), y demasiado abrupto para la crítica.
en España tenemos a Carlos Saura y su El dorado, superproducción en la que el artista maño se volcó y cayó al precipicio y a Bigas Luna con su Bámbola, horroroso film donde los haya, y que el catalán no se cansa de defender siempre que le preguntan sobre él.
Algo parecido a la obsesión de Vicente Aranda con La mirada del otro.
Así pues, yo creo que este fenómeno se debe sin duda a que la implicación emocional que el director establece con la historia les lleva a perder la capacidad de juicio, dando por bueno aquello que no resulta ser tal. Y resulta paradójico que sea así, ya que todos ellos son directores que han demostrado capacidad de sobra para rodar excelentes filmes ( Coppola con la famosa saga de El padrino, Scorsese con Taxi driver, BIgas Luna con Jamón, jamón, etc), y curiosamente, los films que se tienen en lo alto de su filmografía, son films de encargo.
Así pues, yo creo que a veces es necesario que el director no se implique más allá de lo estrictamente necesario a la hora de dirigir un film, y el distanciamiento que le da un proyecto de encargo puede ser beneficioso.
¿ vosotros qué decís ?
es mejor libertad absoluta o que el proyecto nazca desde el encargo?