Una de las últimas que he visto. Michael Douglas interpreta a un veterano agente del servicio secreto que se salta las reglas y tiene un lío con la mujer del presidente, Kim Basinger, y lo peor llegará cuando le acusen erróneamente de intentar asesinar al presidente.

Douglas es uno de mis actores favoritos; aquí lo veo desubicado, demasiado viejo o en demasiada mala forma para un papel en el que Clint Eastwood, con un año más en In the Line of Fire (1993), sí me satisfizo.

Eva Longoria pasa sin pena ni gloria y Kiefer Sutherland es lo mejor. Mala.