Yo no diría que la primera sea la peor. Más bien es la más diferente. Es lo que muchos esperarían de él, un bobalicón fracasando en sus grandes ambiciones. En siquientes temporadas, las tornas cambian, y él es el único ser inteligente entre la caterva de idiotas que lo rodean. Además de mostra a Atkinson en un registro bien distinto al de un bobo: maquiavelico, astuto, mordaz, elocuente y cruel.