Es que es el final de un verano inolvidable para ellos ( les cambió sus vidas, creo que en aquel verano de principios de los 80 se hicieron adultos, aunque no se dieran cuenta, al menos Bea ) y, ya de paso para los que lo vivimos por primera vez, por segunda... las veces que fueran... y un dato triste es que no volverá. Esa nostalgia pordiosera y falaz.