A mí también me ha gustado mucho.
Guarda este director una suerte de misterio en sus películas, que hace que parezcan intrascendentes a priori y, sin embargo, escondan tras ellas unas nada desdeñables reflexiones sobre las relaciones personales y el imprevisible devenir de la vida, todo ello envuelto en una forma aparentemente cómica directamente derivada de la misma apariencia "freak" de sus imágenes, que, no obstante, arrastran en última instancia encubiertos raudales de ternura.
Personajes "made in Wes", extraños en sí pero muy atractivos para el espectador; con mucho que esconder obligándonos así a participar a desentrañar ese mundo tan personal y a la vez humano, muy humano.
Un viaje de imposible espiritualidad para unas personas que, como la mayoría de los acomodados, no sabemos lo que significa eso, regresando en círculo a los orígenes de todo y a la misma normalidad que nunca dejaron de abandonar.
En cuanto al corto anterior a la película, útil para meternos en situación y comprender, un poquito si cabe, al personaje de Jason Schwartzman -aunque todos estén bien, para mí de largo el mejor de los tres intérpretes, bordando su personaje con esa impávida cara de palo-, así como el particular mundo de la incomprensión que nos ofrece el director.
Podría interpretarse así, desde luego, aunque a mí ese gran plano al ralentí en el que un apresurado Murray no alcanza el tren y un poco esforzado Brody le supera y se sube sin mayor inconveniente me sugiere un aire de injusticia y un pelín de melancolía para aquellos que quieren, pero no pueden -y es que hay que pararse a observar el comportamiento del personaje de Brody durante la película-, ajenos a un universo que no les pertenece.
Sencillamente grandioso.PD: Precioso el culo de la Portman.