Por fin soy padre. 3.090 gramos de guaje. Dos días sin dormir, 10 horas de parto, la epidural sin efecto, y lágrimas por lo que sufría mi mujer. Pero al final, después de oírlo llorar sobre el vientre de su madre, todavía conectado a ella por el cordón umbilical, la sensación de felicidad extrema, el sentirte el amo del mundo, el ver esa cosa tan minúscula agitarse y gritar diciendo ya estoy aquí, ese momento en concreto junto a las lágrimas de Patricia por el esfuerzo, ese instante ha sido el más feliz de mi vida.


Me siento plenamente realizado, estoy radiante, la madre también, felicidad. No hay otra palabra.


F E L I C I D A D


Gracias a los amigos del foro, gracias a los colegas y al resto de foreros.





PD: A los del post de fotografía... subimos al hospital en un porsiaca de primerizos... no pensábamos quedarnos y no cogí la cámara... prometo mejores fotos

PD2: Me voy a dar una ducha y a dormir un poco, que llevo dos días...