Coincido con Tripley. Para ser sinceros (sí, coletilla, pero cierta en mi caso) hoy en día, hay dos directores actuales que me dan una seguridad enorme en lo que hacen (al modo, imagino, que lo harían, salvando las distancias, uno de los clásicos directores de los 40 o 50): uno es Alexander Payne (al que adoro) y el otro es David Fincher. Ambos tienen un enorme talento, un estilo muy definido y dirigen todas las parcelas del film (guión, actuación, música, escenarios elegidos...) hasta el último detalle y casi siempre con gran acierto.

Con estos dos, tengo la intuición (esa que no me suele fallar en este tipo de casos) de que seguiremos escuchando sus nombres, y para bien, durante AÑOS.