Siempre he respetado con absoluta fidelidad la voluntad de los autores. Creo en ello. Incluso cuando no es la opción más popular, o su elección no me resulta afín.
En el caso de Kubrick ese respeto es sacrosanto y reverencial. Y si Kubrick aprobó la edición en DVD tal y como la conocimos, para mí no hay más que hablar. Esa es la edición, ese es el film, esa es la línea a seguir, y esa es la colorimetría.
Lo demás es hacer posible sólo una experiencia, adicional, que si pudiese me gustaría vivir, por mera curiosidad, y sobre todo, por tener de nuevo la experiencia de ver esta película en pantalla grande. Pero, para mí, el film es como Kubrick dejó dispuesto.