Aunque no se queda en una simple imitación del original y puede llegar a complementarla, hay cosas que no terminan de funcionar. Hay en especial una escena que parece cómica y desentona completamente. Un exceso de batallas, que en tierra firme funcionaban mucho mejor. El personaje de Jerjes es irrelevante y el de Artemisa muy mala de manual (lástima contar con Eva Green y no sacarle partido). Recuperar al personaje de Lena Headey ha sido un acierto, sobre todo en su parte final cuando irrumpe con su discurso y recupera la épica de la película de Zack Snyder. Por su parte, Sullivan Stapleton compone un personaje muy en la línea de Leónidas aunque menos bárbaro y más de recitales. Aún así da el tipo, apoyado en su ruda y rústica belleza australiana. Divertimento pasajero.