Es una pena que el cine de Rob Zombie te deje esa sensación como de flacidez a veces, de mucho ruido y pocas nueces, imágenes potentes envolviendo un esqueleto que se va tornando vacío y repetitivo. No es exactamente así en ninguna de sus películas en concreto, pero su carrera en conjunto sí que da esa sensación un poco.

De todas formas, dentro de lo que es Rob Zombie, yo le defiendo. Es un creador de imágenes interesante, que encuentra su sitio entre lo terrorífico y lo grotesco, y que no tiene miedo de permanecer fiel a una manera de entender el cine que es áspera para la mayor parte de los espectadores. Lo que me gustaría es que hiciese algo que fuese una evolución de lo ya visto (Lords of Salem lo era un poco, y por eso me parece su trabajo más interesante).

Esta última película no está mal, tiene personajes potentes, básicamente funciona como casa de los horrores, pero al final (villanos aparte) te quedas con el prólogo y con la última escena, que eso sí, está muy bien. A estas alturas ya se espera algo más de él.