Me dejó un poco tibio, me pareció entretenida pero no una gran película.
De hecho, más que un biopic parece un homenaje; más que un film me pareció la ilustración de un icono, casi ciñéndonos al icono, pero no mucho más. Todo es demasiado superficial, como si fuese un plano secuencia que atraviesa una etapa de la vida de Dylan de una forma un tanto plana.
No puedo decir que me aburriese, pero esperaba algo más, y siendo Mangold el director, me ha sorprendido la falta de ambición como película. Me pareció más un objeto para un posible Oscar, aunque no lo sea.
Por casualidad estos días estuve viendo el documental sobre cómo se grabó "We are the world", y con ver los (pocos) primeros planos en los que sale Dylan, su cara, sus gestos, su pose, su comportamiento, tienes más de él -auténtico, no ilustración iconográfica- que en toda la película.
Y, en el fondo, lo que acabo de decir, me acaba de mandar al traste la buena consideración que tenía de la interpretación de Chalamet.