
Iniciado por
Xtina
Bueno, está claro que hay tantas interpretaciones como espectadores. Yo lo veo algo diferente, como las muertes que empezaban cada episodio. He visto la serie con diferentes personas y mientras que unas se quedaban en el plano "ay qué risa, qué cabr*n el director! jaja" otros tiraban más por el lado de "puede parecer gracioso, pero la ironía es que realmente este tipo de cosas ocurren".
Precisamente comentando con mi madre, las dos estábamos de acuerdo en que tanto con los anuncios como con las muertes, realmente no se pretende un efecto cómico, sino que esa es la realidad. Todos morimos y se puede morir de cualquier forma estúpida, por más que estemos acostumbrados a que las muertes en televisión sean "especiales", ya que casi siempre se les da un toque de dramatismo para intentar contactar con el espectador. En A dos metros no se pretende ese tipo de contacto, sólo te enseñan eso: fulanito se muere haciendo X cosa y se acabó lo que se daba para fulanito.
Puede parecer una tontería pero a mí esa serie me animó a vivir la vida con más alegría, a no darle importancia a las cosas tontas y a no perder el tiempo con enfados estúpidos. Porque al final la cascas y se acabó.
Por cierto, que una vez bajando las escaleras de mi casa, llevaba un cuenco medio lleno con gazpacho en una mano y en la otra ni me acuerdo de lo que llevaba. Pues iba rapidillo porque llegaba tarde al trabajo y bajé alegremente sin mirar dónde pisaba. La mala suerte es que el gato había potado en un escalón y lo pisé. Me resbalé y caí por tooodas las escaleras con el cuenco de gazpacho en la mano, que encima por instinto o reflejo no lo solté y no paré la caída con nada. Me quedé tumbada en el suelo al final de la escalera, con el cuenco de gazpacho en la mano y pensando en A dos metros...
Pensaba que si me llego a desnucar el forense habría flipado y el informe de la autopsia habría sido para verlo, LOL!
Pos na, que yo igual tengo un humor raro, pero que vamos, con South Park precisamente, que es humor de cacas y peos, no lo veo para nada comparable.