INcreíble que se defienda la actitud del "periodista", que, bajo ningún derecho, tiene permiso para grabar a una persona sin consentimiento.
QT aún se ha cortado: yo de él le hubiese quitado la cámara, hubiera sacado la cinta y me la hubiese llevado.
¿Que Spielberg no haría lo mismo?. Spielberg, para empezar, no saldría de un Starbucks.