En efecto, kevin, por eso puse puntos suspensivos. Es más, de ese relato existen dos adaptaciones, en blanco y negro y en color. Una anécdota: la maqueta del rostro final descompuesto de la versión en color tenía que ir a parar a mi colección, pero mi amiga Paloma, que es la que tenía que empaquetármelo, sufrió un accidente en el rodaje del Un, dos, tres y estuvo varias semanas recuperándose. Al final nadie supo dónde fue a parar esa máscara, pardiez... :>: