A mí, en cambio, las secuencias de boxeo, tanto las peleas en sí como las reacciones del público, me parecen demasiado caricaturescas, se nota que hay una voluntad crítica de mostrar el "mundo occidental" como una cultura bárbara al lado de la cultura japonesa. Claro que, vistos los dos karatecas, dos auténticos esperpentos, no sé qué pensar. En todo caso, hasta el momento, para mí es el film más flojo de Kurosawa.