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Tema: Akira Kurosawa: revisando sus películas

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    Predeterminado Re: Akira Kurosawa: revisando sus películas

    Vamos cerrando el ciclo...

    30. Madadayo (Mâdadayo, 1993)



    Aunque Kurosawa negaba que el protagonista de Madadayo fuera una especie de alter ego de sí mismo, lo cierto es que ver la película más de 30 años después, sabiendo además que fue su canto de cisne (aunque eso lo matizaré más adelante), hace inevitable esa consideración.

    Con todo, el profesor Uchida (interpretado por Tatsuo Matsumura, el desagradable tío que violaba a su sobrina en Dodes’ka-den) remite a un personaje real: el escritor, ensayista y profesor de alemán Hyakken Uchida (1889-1971), a partir de cuyos relatos Kurosawa construye el guion con la colaboración de su fiel amigo Ishirô Honda.

    Estamos en 1943, en Tokio, y Uchida anuncia a sus jóvenes alumnos que abandona la enseñanza, a los 60 años, para dedicarse a la producción literaria.



    Rodeado de sus exalumnos, celebra en su casa la fiesta de aniversario, entre bromas, canciones y alcohol.



    La felicidad, no obstante, no es completa (¡cómo iba a serlo en plena Segunda Guerra Mundial!). Así, al cabo de un tiempo vemos a Uchida y su mujer viviendo en una barraca, porque su casa ha sido destruida en un bombardeo.



    Aunque su modesta vivienda está situada en medio de ruinas, la película no insiste sobre los rigores de la guerra, ni, y eso es lo que más sorprende, sobre la posible muerte de algunos de sus exalumnos (en esto se aleja The Long Gray Line de su admirado John Ford). ¿Es que ninguno fue movilizado? Da la impresión como si Kurosawa no quisiera enturbiar más de lo imprescindible un relato que se quiere tierno y emotivo, donde prevalece sobre las consideraciones contextuales el amor, la devoción, de unos hombres por su maestro, su sensei.

    Tiempo después, ya finalizada la guerra, con las fuerzas de ocupación norteamericanas patrullando las calles, los alumnos organizan una ceremonia que se va a repetir durante los siguientes 17 años: el cumpleaños del maestro.



    Nuevamente, la ocasión dará pie a los recuerdos, las bromas, los bailes y las canciones, todo ello abundantemente regado con alcohol.



    Durante la ceremonia se rememoran las palabras que se utilizan en el juego infantil del escondite: los antiguos alumnos preguntan “maadha-kai?” (la transcripción en nuestro alfabeto varía según la fuente), que vendría a significar algo así como “¿estás listo?” y el viejo profesor responde “madadayo”, o sea, “aún no”, en evidente diálogo con la muerte, que se repetirá a lo largo del film como si fuera un leitmotiv. Significativo es que Uchida se sienta en esas ceremonias entre su médico y el sacerdote del templo, entra la ciencia y la religión.



    Sus antiguos alumnos muestran en todo momento una consideración extrema por el sensei, hasta el punto de proporcionarle una nueva casa e impedir que se construya un edificio de tres plantas al lado, que le quitaría la luz del sol.

    La película se alarga, quizá en demasía, con episodios como el de la pérdida de un gato callejero que los Uchida han acogido cariñosamente. Para encontrarlo se desviven sus cuatro alumnos más solícitos, interpretados por Hisashi Igawa, George Tokoro, Masayuki Yui y Akira Terao.



    Pasados ya 17 años, asistimos a la que probablemente será la última fiesta de cumpleaños. Ahora asisten no solo los exalumnos, sino también sus mujeres, hijos e incluso nietos.



    Pero el anciano colapsa durante la fiesta y han de llevarlo urgentemente a casa. Esa noche, mientras sus cuatro alumnos más fieles lo velan en la habitación de al lado de donde duerme, Hyakken sueña: unos niños juegan al escondite. Al fondo, un grupo de ellos pregunta: “maadha-kai?”, mientras otro (¿el propio Hyakken? ¿un felliniano alter ego de Kurosawa?), en primer plano, grita “madadayo”, y se esconde entre la paja. Bellísimo final de un film que cerraba una extraordinaria carrera.





    Madadayo es un film que se presta a todo tipo de referencias crepusculares sobre la obra de Kurosawa. Como en sus dos films anteriores, el director se mueve en un terreno íntimo, lejos ya sus tiempos de grandes producciones épicas. Incluso, como en el último episodio de Los sueños de AK, o muchos momentos de Rapsodia en agosto, parece haber dejado atrás también un pesimismo desolador, para acceder a un estado de serenidad, fruto probablemente de la edad y de la consciencia de que se acercaba el final.

    La película, que había supuesto la vuelta a la colaboración con la productora Daiei (con la que había rodado más de cuarenta años antes Duelo silencioso y Rashomon), obtuvo críticas poco entusiastas, siendo bastante generalizada la sensación de que Kurosawa había perdido el pulso, que ya no era capaz de ofrecer aquellos films que había maravillado a todo el mundo años antes. Es cierto que la espectacularidad de Kagemusha, Ran o las anteriores Los siete samuráis o Trono de sangre, por citar solo algunas de sus grandes películas, está ausente de Madadayo, pero tengo la impresión de que más que un problema de incapacidad (aunque sí que hay que tener en cuenta las dificultades financieras para llevar adelante producciones de esa envergadura, en una época de crisis del cine japonés), lo que sucede es que Kurosawa parecía cada vez sentirse más cómodo en películas de apariencia más sencilla, más íntima.

    De todas formas, como suele pasar en muchos otros casos, el tono crepuscular, de despedida de la vida, de Madadayo no indica que con ella Kurosawa pretendiera cerrar su filmografía. De hecho, poco después empieza la redacción de un guion a partir de relatos de Shûgorô Yamamoto (autor también del material literario que sirvió de base de Sanjuro, Barbarroja o Dodes’ka-den) sobre la vida de dos prostitutas en un burdel en el siglo XIX.

    Abandonado el proyecto, volvió a intentarlo con otro relato de Yamamoto que acabaría más adelante, y en otras manos, convirtiéndose en la película Ame agaru. Pero los infortunios se fueron sucediendo: en 1993 muere Ishiro Honda. El mismo año, lo hace Keinosuke Uekusa, amigo de la infancia y guionista de alguno de sus primeros films. Más tarde, en 1995, Kurosawa sufre una caída, que lo acabo confinando en una silla de ruedas. Y siguen las muertes a su alrededor: en 1996 uno de sus guionistas habituales, Hideo Oguni, y en 1997 el actor más icónico de su filmografía, Toshiro Mifune.

    Finalmente, en setiembre de 1998 muere Akira Kurosawa (esta vez ya no pudo responder “madadayo”). Pero no su obra: al año siguiente se presenta en Venecia la película de Ame Agaru (Después de la lluvia, que yo sepa no estrenada entre nosotros y de la que no dispongo de copia en formato doméstico), dirigida por el que fuera su ayudante de dirección en sus últimos films, Takashi Koizumi. El guion de Kurosawa se ocupa de las peripecias de un pobre ronin, Ihei (interpretado por Akira Terao, el alter ego de Kurosawa en Los sueños de AK) y su esposa en el Japón de principios del XIX. Lástima que no pueda incluirlo en esta revisión, porque además tiene otro elemento atractivo: la presencia en el reparto de Shiro Mifune, el hijo de Toshiro, al parecer en un papel que calca los de su padre para Kurosawa. La película sigue, al parecer, las instrucciones de Kurosawa: “Debería ser una historia que, tras ser vista, deje un sentimiento de alegría”, abundando así en esa visión más serena y luminosa de la vida que estaba ofreciendo en sus últimos films.



    Después han seguido haciéndose películas sobre guiones de Kurosawa, sea sobre proyectos que se quedaron en el cajón, como Dora-Heita, de Kon Ichikawa (el director de la célebre El arpa birmana), también sobre una novela de Yamamoto, presentada en el Festival de Berlín de 2000, como en nuevos remakes.



    De hecho, antes de dar el ciclo por acabado y dar paso al cuestionario Fletcher habitual de estas revisiones (espero que nuestro querido forero suizo pueda superar los interminables exámenes que atormentan su alma cinéfila y comentar los dos últimos films ), comentaré brevemente algunos de estos remakes, además de un par de films más, vinculados de una forma u otra a Kurosawa.
    Última edición por mad dog earle; 12/03/2025 a las 13:50

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