Vaya truño de los gordos. Dilatación repulsivamente enoooooooorme (como todo el cine norteamericano de la última década) con unos actores absolutamente dejados a su suerte (si pretenden que tenga miedo con ese Denzel descamisao, van listos) y una dirección simple (de sencilla nada) y brutalmente irritante en ocasiones (esa obturación, esos ralentizados).
El señor Scott se cree que lo sobrio se busca, y eso tiene que salir solo. Contemplativo sin nadie tras bastidores y yo lo siento, pero la fotografía me ha parecido espantosa. En planos había unos filtracos metidos que dejaban hasta el pelo azul.
Un poli y un ganster se juntan en la secuencia final de la película...¿y los 140 minutos restantes? Nada que no pudiera contar Mann en Corrupción en Miami en 5 minutos. Por no hablar de la PENOSA y TÓPICA selección de músicas que se calza el Ridley, tirando de los clásicos más recientitos.
Y cuando juega a ser Scorsese, ya huyamos.
Sí, sin duda, Alien y Blade Runner fueron una casualidad de un gran diseño de producción.
REPULSIVA