La segunda temporada, aparte de una siempre extraordinaria Jessica Lange, tiene a tres personajes clave que resultan bastante intimidatorios. Me refiero al Doctor Arthur Arden, la hermana Mary Eunice y el psiquiatra Oliver Thredson. James Cromwell, Lily Rabe y Zachary Quinto están fantásticos.
En términos generales la serie es rompedora, ya que combina elementos de terror, sadismo y sexo que hasta ahora no eran propios de la televisión. En el aspecto formal (estética, puesta en escena, fotografía, dirección de actores..) es magnífica, inmejorable diría yo. El único pero que yo le achaco es la consistencia del guión hacia el final de ambas temporadas, especialmente en la segunda (Asylum) donde varios de los mejores personajes tienen un final un tanto precipitado, dejando cierto vacío argumental donde la elipsis narrativa se resiente notablemente.
La muerte del doctor Arden resulta poética y toda una declaración de intenciones por parte de los creadores. Murphy nos lo presentó como un sádico, para ir transformándolo, según avanza la trama, en un personaje de ambigüedad terrible y demoledora.