Adam Driver está fantástico en la breve aparición de Inside Llewyn Davis. Roba el plano sin disimulo. Alguien que va saliendo poquito pero en cosas muy buenas se está haciendo un carrerón a medio y largo plazo. Hay más ejemplos.
Lo de Radcliffe es totalmente el caso contrario. La losa de una saga pesa y mucho. Hasta que no se quita esa imagen, cuesta verlo en otros proyectos.

Por cierto, aporto dos datos interesantes que desconocía:

- Es una co-producción canadiense e irlandesa. De hecho, compitió en los premios de cine canadienses este año (allí se estrenó en el Festival de Toronto de 2013), entre otras a rivales como Enemy, y a quien arrebató el premio a mejor guión adaptado.

- En el mercado anglosajón su título es The F Word (imagino por qué).