La historia de Amityville ha sido llevada en incontables ocasiones a la gran pantalla (más de las que un servidor tenía constancia, sinceramente) y esta nueva entrega prometía establecer un reinicio que trasladara la acción al presente (entiéndase como presente el momento en que fue rodada, allá por 2012), actualizando y revitalizando la famosa historia, con otro enfoque y perspectiva.
El inicio de la cinta es correcto y va directo al grano: relata rápidamente los sucesos reales acaecidos en 1974 (aunque adornados bajo el manto de la maldición, justificando así la temática exhibida posteriormente a lo largo del metraje) y a continuación, se ve a los protagonistas ocupando la misma vivienda 40 años después.
Por momentos, parece que la película ofrecerá un planteamiento diferente al habitual en el género y no por el tema de las maldiciones o posesiones (algo recurrente en el mismo), sino por su enfoque. Durante el primer tercio de la cinta, se afirma que Ronald De Feo a parte de oír voces que le incitaban a matar a su familia, también padeció visiones que le hacían confundir la realidad con la ficción. Esa revelación dejaba la puerta abierta a un guión que intentara jugar con la percepción del espectador, que tratara de confundirle mezclando sucesos reales con imaginarios, para que así el desarrollo de la trama no fuera previsible y su conclusión lograra sorprender, de tal modo que no se tuviera claro si los hechos que experimentaba Bella (interpretada por Bella Thorne) eran reales, o producto de sus fantasías, manteniendo en vilo al espectador ante la duda de si realmente existía una maldición, o todo se trataba de una autosugestión de la chica fruto de una mente atormentada, debido al horrendo accidente que implicó que su hermano quedara en coma.
Desgraciadamente, a medida que transcurren los minutos, se descubre que esta revelación que podría haber dado juego a un guión más complejo, sólo resulta ser una excusa para poder introducir escenas muy concretas a modo de sobre salto, las típicas escenas que te hace "creer" que ha sucedido algo, cuando en realidad se trata de un sueño y se repiten en varias ocasiones, hasta que acaba aconteciendo la tragedia de verdad. La película acaba cayendo en el convencionalismo y decepcionando en parte al recurrir al mismo esquema de siempre y no atreverse, a pesar de haber expuesto un recurso para tal fin, a un planteamiento distinto, más atrevido, valiente e innovador, como hizo en su momento Oculus (la cuál recomiendo encarecidamente si te agrada la idea que expuse en el anterior párrafo). Aún así, hay algún ligero atisbo de tratar de hacer algo ligeramente distinto, como:
Spoiler:
Aunque también se desaprovechan otros recursos presentados en la cinta. A parte del mencionado anteriormente, cabe destacar también:
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Por otro lado, existe algún que otro agujero o conveniencia en el guión, sobre todo en el tramo final, como:
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El trabajo de cámara es bueno, la fotografía también, pero los efectos especiales flaquean, sobre todo en el tramo final, donde mayor presencia tienen.
En resumen: producción para pasar el rato que no se hace aburrida ni tampoco es grotesca en su ejecución, con algunas ideas interesantes, que desgraciadamente por falta de valentía o decisión, no fueron explotadas adecuadamente, dando como resultado una cinta más del género que no destaca ni pasará a la historia del mismo.
Nota: 5.