Tampoco quisiera que la gente se tomase esta anecdota como un ataque hacia Patrick Stewart. En el mundo teatral siempre ha existido en ciertos sectores un poco de esnobismo, y a veces, lamentablemente, este esnosbismo, que es real, se ha convertido en un cliché del que se ha acusado a algunos actores sin haber razón para ello.

Tampoco hay que olvidar que hace veinte, treita años, aún coleaba la idea, lamentablemente aún no del todo extinta hoy, aunque si mermada, de que la ciencia ficción era basura. Pura u dura basura preadolescente. Yo aún recuerdo a principios de los seteta que algun que otro intelectualillo se creía que el termino ciencia ficción era igual a pulp del mas infumable. No le hablaras de Dick, Sturgeon, Bester o Bradbury que te escupía a la cara. Un amigo mío en una universidad se atrevió a comparar Más Que Humano con Faulkner y casi se lo comen. Y no ya porque en calidad fueran o no comparables, sino porque la comparación de Faulkner con ESE genero era una herejía. Y con un serial de la bbc, ya te ni te cuento. A ojos de u actor Shakespeariano, en un ambito en el que el prestigio es pan de acda día, debía resultar abominale. Equivocado, desde luego, pero en ocasioes había cierta honestidad y buena intención incluso dentro de esa equivocaión. No creo que hubiese presunción o malicia en ese puto de vista sino, desde el mío, u error. Todo el mundo los comete.

La anécdota me pareció divertida porque resultaba aleccionador que un icono de la cf televisiva renegara, poco antes de convertirse en ello., de ese mismo genero que lo abrazaría y le daría fama mundial. Aún para muchos, sigue siendo hoy día el capitan Pickard, incluso para gente que no ha visto asiduamente ST NG. Hay gente que no ha visto un solo episodio e la serie entero, y cuando va al cine a ver x men, dice "anda, si es el calvo de la Enterprise esa". Un icono, vamos. la anecdota es Casi una parabola ¿verdad? Nunca digas nunca jamás (preguntaselo a Conery) sería la moraleja, pero mejor rimada. Lalla lo dijo con una sonrisa cual un reproche amable que revelaba una lección de vida. No hay que darle mas vueltas.

¿Qué porqué cambio de idea? Quien sabe. Puede que dinero. Puede que un amigo le convenciera. PUede que lo probara y cambiara de opinión. Puede que le cogiera gusto. Puede que un dia se levantara y le apetecira un poco de exito en un genero mas popular. Experimetación, necesidad, curiosidad... Quien sabe. No es la primera vez que un actor reniega de algo y acaba cayendo en picado en ello. Leches, no hay que ser ni actor. A todos nos puede pasar. Por eso esta anecdota es tan divertida. Porque, al fin y al cabo, nos vemos un poco reflejados en ella.